Consejos para cuidar tu espacio verde antes del invierno
Preparar tu jardín durante el otoño permite que flores, follaje y terreno enfrenten mejor las bajas temperaturas. Cortes, resguardo y abono son pasos fundamentales para mantenerlo en buenas condiciones.
Este es un momento clave para realizar tareas de mantenimiento.
Con la llegada de los primeros fríos, el jardín comienza su transición hacia el letargo invernal. Aunque muchas especies entran en reposo, este es un momento clave para realizar tareas de mantenimiento que aseguren su buena salud durante el invierno y un crecimiento vigoroso en primavera.
Adelantarse a las heladas y preparar el suelo puede marcar una gran diferencia en el aspecto y la resistencia de las plantas. En Revista Nosotros te contamos cuáles son las tareas que conviene comenzar ahora mismo.
1- Poda necesaria
El otoño es ideal para podar árboles, arbustos y plantas perennes. Con menos follaje, es más fácil identificar ramas secas, enfermas o mal ubicadas. Al retirarlas, se mejora la circulación del aire y se previenen enfermedades. Además, una poda ligera permite reestructurar el crecimiento de cara a la próxima temporada.
Herramientas clave para el cuidado estacional.
Es importante usar herramientas limpias y bien afiladas, y conocer las necesidades específicas de cada especie. Algunas, como los rosales o las hortensias, agradecen una intervención antes del invierno; otras, más sensibles, conviene dejarlas tranquilas hasta la primavera.
2- Protección contra el frío
Las heladas pueden dañar seriamente plantas delicadas. Por eso, conviene anticiparse y proteger aquellas especies más sensibles. Una opción es cubrirlas con tela antihelada o mover macetas a lugares reparados del viento. Las plantas tropicales y suculentas requieren especial cuidado, ya que no toleran temperaturas extremas.
Cubrir plantas sensibles al frío.
También es recomendable dejar el césped un poco más alto que en verano, para que soporte mejor las bajas temperaturas. Y hay que evitar el uso de fertilizantes ricos en nitrógeno, que estimulan un crecimiento débil e inadecuado para esta época.
3- Suelo en condiciones
Antes de que el suelo se endurezca por completo, es momento de abonarlo y airearlo. Incorporar compost, humus o estiércol bien fermentado ayuda a mejorar la estructura del terreno y a enriquecerlo de nutrientes para la próxima temporada.
Preparar el suelo antes del invierno.
Además, es el momento perfecto para plantar bulbos como tulipanes, narcisos o jacintos. Estas especies necesitan el frío para desarrollarse correctamente y florecer en primavera.
4- Preparar hoy, florecer mañana
Un jardín bien cuidado en otoño tiene más posibilidades de resistir el invierno sin inconvenientes. Las tareas que se realizan ahora no solo previenen daños, sino que también preparan a las plantas para crecer con fuerza cuando vuelva el calor.
Podar, proteger y nutrir: tres acciones simples que garantizan un jardín saludable y lleno de vida. Porque incluso en reposo, la naturaleza sigue en movimiento. Y el jardín, aunque parezca dormido, se está preparando para renacer.
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