El presidente de la Nación, titular del Poder Ejecutivo Nacional, declaró la "Guerra a la Inflación", un título rimbombante para un flagelo que el pueblo argentino conoce de la vida, fundamentalmente en los últimos cuarenta años en los que se alternaron gobiernos oficialistas y opositores.
El actual Ejecutivo (así denomino en este escrito al presidente), lleva dos años en la administración del gobierno, los anteriores cuatro los gobernaron los actuales opositores y los anteriores doce años los gobernaron integrantes del Ejecutivo actual. Hace 18 años que se alternan los actuales oficialistas y opositores y ¿qué hicieron?
Que bueno sería que se reúnan como pide el actual Presidente, textual "sentarse en una misma mesa para alcanzar los entendimientos necesarios para construir el futuro". El pueblo le pide que se reúnan para pedirnos perdón por la incapacidad para administrar nuestros bienes.
No quiero pensar que Uds. le declaren la Guerra a los Delincuentes (para su conocimiento es peor que la Inflación), ya sabemos que la perdemos.
Como estrategia de la Guerra, presentarán la batalla contra los especuladores y codiciosos empresarios, con qué armas o elementos, ¿por qué no utilizan a la Afip, que es la que controla si trabajan dentro de la Ley o en negro? ¿Qué hacen los fiscales de la Justicia?
El Ejecutivo Nacional manifestó "a las empresas y a las familias argentinas, todos debemos ser parte de la construcción de la solución", mientras el pueblo cree que los que gobiernan son los que trabajan para nuestro bienestar.
Solicito a quien lea este artículo, no se sonría con lo que manifestó el Ejecutivo "por eso también nos pondremos al frente en la lucha contra la Inflación" y nosotros, el pueblo, ¡creíamos que ya lo estaban haciendo! Ahora nos damos cuenta de que estos dos años de gobierno solamente nos empobrecieron más de lo que veníamos.
Señor Ejecutivo si Ud. quiere trabajar para disminuir o eliminar la Inflación, primero debe reducir drásticamente los gastos del elefantiásico Estado Nacional; segundo, disminuir o eliminar los subsidios a los servicios y todo otro que afecte a la dignidad de las personas; tercero, eliminar impuestos nacionales, provinciales y municipales, por uno sólo, como es el sistema del diezmo; cuarto, con el sistema de impuesto único se distribuye en porcentaje a municipios, provincias y gobierno nacional y de esta manera se controla el comercio y trabajo en negro.
Estas son algunas de muchas otras medidas que se deberían tomar, respetando la libertad de trabajo y producción.
Señores Gobernantes (oficialistas y opositores): ¡dejen trabajar en libertad!
Hoy el que trabaja y produce está agobiado de las múltiples e inútiles regulaciones, todas a favor de la inflación y esto es producto de vuestra Incapacidad.
Loas al Ejecutivo y Jefe de las Fuerzas Armadas, por su visión de la organización de la batalla para ganar la guerra. Tranquilo el pueblo ya avizoramos el resultado.