Aya Nakamura: ¿un desafío para la identidad nacional francesa?
La elección de la cantante nacida en Malí y criada en los suburbios de París, que fusiona el francés con árabe, inglés y dialectos africanos, plantea un conflicto político entre los que (como Emmanuel Macron) quieren mostrar la diversidad cultural de la Francia actual, y aquellos que afirman que no representa a la sociedad y la lengua del país (encabezados por Marine Le Pen).
Aya Nakamura, cantante francesa de origen malientese, durante su show en el Festival Lollapalooza de París, el 23 de julio de 2023. Foto: Kristy Sparow.
La elección de la cantante francesa de origen maliense, Aya Nakamura, para actuar en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha desatado una tormenta de controversias en Francia. Desde que se filtró la posibilidad de que Nakamura interpretara piezas de la icónica Edith Piaf en el evento deportivo más esperado del país, las reacciones han sido intensas y polarizadas.
Según informes de L'Express y The New York Times, la propuesta del presidente Emmanuel Macron ha generado un debate acalorado sobre la identidad cultural y lingüística de Francia. Nakamura, conocida por fusionar el francés con árabe, inglés y dialectos africanos (como el bámbara, la lengua de sus padres) en sus canciones, ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores conservadores que consideran que su música no representa los valores tradicionales franceses.
La líder de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, expresó su descontento en una entrevista con France Inter, calificando la posible actuación de Nakamura como una "provocación" por parte de Macron. Esto refleja una división más amplia en la sociedad francesa, donde el 63% de los encuestados no aprueba la idea de tener a Nakamura como parte de la ceremonia olímpica, según una encuesta realizada por Odoxa, un instituto independiente de opinión pública.
El desacuerdo se profundiza aún más cuando se observa que, aunque el 80% de los franceses conocen a Nakamura, principalmente solo conocen su nombre, y solo el 30% tiene una opinión positiva sobre ella, según los datos de la misma encuesta. Además, la mayoría de los encuestados cree que su música no representa la identidad musical francesa ni la juventud del país.
En este contexto, las críticas hacia Nakamura han escalado hasta el punto de desatar una ola de insultos racistas en línea, lo que ha llevado a la fiscalía parisina a iniciar una investigación.
El caso de Nakamura pone de manifiesto las tensiones existentes en la sociedad francesa en torno a la diversidad cultural y la migración. Aunque algunos defienden la inclusión y la representación de la diversidad en eventos de importancia nacional, otros temen que esto pueda socavar la identidad nacional francesa y "el francés académico".
En contraste con la controversia que rodea a Nakamura, la encuesta de Odoxa revela que muchos franceses preferirían ver en el escenario a figuras más tradicionales como Jean-Jacques Goldman o Florent Pagny. Sin embargo, esta preferencia no debe desestimar la contribución cultural única que Nakamura puede aportar al evento, sostienen desde el otro lado.
Contadora de historias
Aya Nakamura nació en Bamako, Malí, el 10 de mayo de 1995 con el nombre de Aya Danioko, en una familia de griots (narradores de historias de tradición oral del oeste africano). Es la mayor de cinco hermanos. A una edad temprana su familia se mudó a los suburbios del norte de París, instalándose en Aulnay-Sous-Bois. Tomó su apellido artístico (japonés y no africano) por el personaje Hiro Nakamura de la serie de ciencia ficción de la NBC "Héroes".
A pesar de inicialmente considerar una carrera en la moda, pronto encontró su verdadera pasión en la música. Sus primeros pasos en el mundo musical los dio a la edad de 19 años, publicando su primer título, "Karma", en Facebook, seguido de su exitoso sencillo "J'ai mal".
El verdadero punto de inflexión en la carrera de Aya llegó con el lanzamiento de su primer álbum, "Journal intime", en 2017, que rápidamente se certificó como disco de platino. Sin embargo, fue su segundo álbum, titulado simplemente "Nakamura" y lanzado en 2018, el que la catapultó al estrellato internacional. Impulsado por el éxito arrollador de su sencillo "Djadja", que se posicionó en el primer lugar de las listas francesas durante dos semanas consecutivas, alcanzó el primer puesto en las listas de varios países y se convirtió en un fenómeno viral con casi mil millones de visitas en YouTube. El álbum alcanzó la certificación de disco de diamante y vendió más de 1,2 millones de ejemplares en todo el mundo.
Ha sido galardonada con numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluidos los Premios de la Música NRJ 2020 y la distinción de ser la artista francófona femenina más escuchada en Spotify en 2020, con más de 20 millones de oyentes mensuales. Además, ha sido reconocida con el premio BienAfrica 100 Mujeres en 2019, entre otros.
Multicultural
Con un estilo que fusiona el afrobeat (combinación de música yoruba, jazz, highlife y funk, popularizado en África en la década de los 70 por el multiinstrumentista nigeriano Fela Kuti), el R&B francés, el pop y el zouk (estilo de música rítmica rápida carnavalesca, originario de las Antillas francesas, especialmente en las islas de Guadalupe y Martinica), Aya Nakamura ha sabido reinventarse constantemente, manteniendo su frescura y originalidad. Su tercer álbum, "Aya", lanzado en 2020, continuó cosechando éxitos, siendo certificado con doble disco de platino en 2023. Además, ha colaborado con artistas internacionales como Maluma.
En 2023, Aya Nakamura lanzó su álbum "DNK", que debutó en el primer lugar en las listas francesas y obtuvo la certificación de oro. Además, ha realizado colaboraciones y actuaciones en eventos importantes, como un concierto virtual en el videojuego Fortnite.
Ha sido madre de dos hijas y ha mantenido una relación con el productor de videoclips Vladimir Boudnikoff (padre de la segunda hija; el padre de la primera nunca fue revelado), aunque confirmó su separación en 2022. Ha tenido que enfrentar críticas y controversias a lo largo de su carrera, incluyendo comentarios racistas y xenófobos en línea. Sin embargo, ha sido una voz fuerte en la defensa de la diversidad y el empoderamiento femenino en la industria musical.
En última instancia, la decisión de incluir a Nakamura en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 plantea preguntas importantes sobre la identidad nacional francesa y el papel de la diversidad cultural en eventos de gran envergadura. Independientemente de las opiniones divididas, la actuación de Nakamura puede ser una oportunidad para celebrar la riqueza y la complejidad de la identidad francesa en toda su diversidad o una reafirmación de una imagen más tradicional de la sociedad gala.
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