"El trabajo de la educación , que es el trabajo de las culturas, el trabajo de transmisión , el trabajo de descubrimientos, el trabajo psíquico de elaboración de conflictos socio-cognitivos y rupturas epistemológicas , requiere una pedagogía que no se resigne, que no ignore sus pasados y ofrezca futuros. Un futuro donde el hombre no sea descartable, dónde la técnica y la tecnología estén al servicio del bienestar colectivo y no sean usadas para producir exclusión, las producciones culturales sean un bien de uso común y no un privilegio reservado a algunos, la ética, un componente de la acción". Graciela Frigerio (1999, página 9)
En la publicación anterior dimos cuenta de lo que significó en su momento, entre 2009 y 2010, la realización del primer estudio nacional "La formación docente en alfabetización inicial como objeto de investigación" -del Instituto Nacional de Formación Docente (INFD)-, que arrojó luz sobre problemas de alfabetización de larga data. Y poco después, en 2013/2014, convergió en una propuesta de formación federal, que resolvió, de algún modo, el estado de confusión metodológica en torno a la alfabetización inicial, al definir que la lengua escrita alfabética es la base del aprendizaje de la lectura y escritura. No obstante ello, esto último ya estaba planteado en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP).
Trabajar para que las cosas sucedan
Hasta abril de 2022, desde la Subsecretaría de Educación Primaria, se logró ofrecer en nuestra provincia un proyecto pedagógico basado en dicho estudio y formación de la que habíamos participado con parte del equipo pedagógico. El objetivo, fue poner la problemática de la alfabetización sobre una mesa de diálogo de la que participamos con todos los actores vinculados a Educación Primaria.
Mirá también¿Cómo evaluamos los aprendizajes en lectura y escritura? (Parte I)Dedicamos un año y medio a generar insumos teóricos y metodológicos que permitieron visibilizar el estado de situación alrededor de conceptos como: "múltiples alfabetizaciones", "alfabetización integral", "alfabetización en y desde múltiples lenguajes", "alfabetización científica", "digital", etc. Dichas conceptualizaciones, sin metodologías de enseñanza y objeto de estudio definido, operaron como verdaderos obstáculos porque no estaba claro cuáles contenidos y qué metodología eran pertinentes a la alfabetización inicial y avanzada.
Se produjeron materiales que al día de hoy están disponibles en el blog de Educación Primaria, como ser las acciones formativas, los conversatorios y materiales impresos como las tres series de "Alfasueños" (2020/2021). A la par, se logró una dinámica de acompañamiento real a las instituciones que permitió recoger información sobre los logros en lectura en primer y segundo grado que empezaron a vislumbrarse.
Para dar la bienvenida al año escolar 2022 se hicieron y fueron distribuidos valiosos materiales que implicaban la construcción de proyectos pedagógicos para la mejora y recuperación de aprendizajes. Estos materiales curriculares tenían el plus de haber sido creados bajo una recolección minuciosa de información sobre lo que fue produciendo el efecto pandémico, tanto como las necesidades escolares y los aprendizajes que habían quedado pendientes.
Así fue como se pensó en brindar una ayuda real a la docencia para tener mejores condiciones de enseñanza en las aulas. Por ejemplo, con el objetivo de enseñar a leer en primer grado se produjo "Mi cuaderno curioso". Por su parte, "Conocimientos elementales de ajedrez" -destinado a cuarto y quinto grados-, es un material que todos los años entre febrero y marzo se distribuye en las escuelas que cuentan con el Plan Provincial de Ajedrez.
También está "Asomarte para Asombrarte", carpeta de recuperación de aprendizajes basados en problemas del área de matemática y ciencias para sexto y séptimo grados, así como el programa nacional "Libros para aprender". Estos materiales contaron con la apoyatura de un proceso de comunicación previo a su llegada a las escuelas, donde fueron muy bien recibidos.
Una forma de hacer política educativa
Lo que ha quedado pendiente en la jurisdicción es tener información sobre qué aprovechamiento pedagógico tuvieron esos cuadernos y libros que se distribuyeron en las escuelas. Todo proceso de enseñanza tiene implícita a la evaluación como componente formativo. Sabemos que la conducción del sistema educativo es compleja. Razón suficiente para gobernar desde una actitud de consideración y respeto por la institucionalidad, a la hora de decirles a los docentes "vamos a llevar adelante estas propuestas" y luego no darles continuidad.
Siendo que se hicieron reuniones y formaciones en donde se logró reunir y comprometer a la docencia, ilusionar a los niños con un libro para que después ese libro no sea utilizado, no tiene sentido. Hubiese resultado relevante acompañar la construcción de los proyectos de alfabetización institucional iniciados en octubre de 2021, generando los acuerdos para evaluar, al menos, el cierre de la Unidad Pedagógica en tercer grado, la promoción de sexto a séptimo grado y el pasaje a la escuela secundaria.
¿Qué indicadores de evaluación se han establecido para seguir avanzando en revertir los efectos que conocemos? ¿En qué situación fueron promovidos los chicos de séptimo grado a la educación secundaria? ¿Dónde queda la responsabilidad de un gobierno por no haber dado continuidad a procesos que ya estaban instalados y eran objetivamente necesarios?
Desde el Ministerio de Educación se deciden destinos y futuros que tienen derivación en la ciudadanía. Es un problema que la política tendrá que afrontar porque será necesario evaluar en qué condiciones dejamos la escuela primaria en 2023 para iniciar el año 2024. Deseando siempre una sociedad que pueda revertir sus derroteros apostando a más educación.
(*) Profesora en Educación Primaria. Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación. Desempeñó el cargo de subsecretaria de Educación Primaria hasta el 30 de abril de 2022 y fue referente jurisdiccional del Plan Nacional de Lecturas Santa Fe hasta el 31 de diciembre de 2021
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