En la región de Bohemia, en la actual República Checa, existe un lugar llamado Jachymov, también conocido por su antiguo nombre: St. Joachimstahl, que quiere decir Valle de San Joaquín en alemán.
Ser la cuna del dólar, o por lo menos de la palabra dólar, es razón más que suficiente para poner a St. Joachimstahl en la historia. Pero hay más.
En la región de Bohemia, en la actual República Checa, existe un lugar llamado Jachymov, también conocido por su antiguo nombre: St. Joachimstahl, que quiere decir Valle de San Joaquín en alemán.
Desde principios del siglo XVI el lugar es un importante centro minero de extracción y producción de plata.
Durante muchos años, con la plata de la mina se fabricaron unas monedas llamadas Joachimsthallers o, abreviadamente, thalers. Esta palabra más tarde derivó en "dólar". En ese sentido St. Joachimstahl es la verdadera cuna del dólar.
Ser la cuna del dólar, o por lo menos de la palabra dólar, es razón más que suficiente para poner a St. Joachimstahl en la historia. Pero hay más. La producción de plata deja un residuo llamado pechblenda.
En 1789, el químico alemán Martin Klaproth descubrió en la pechblenda un nuevo metal al que llamó uranio, por el recién descubierto planeta Urano. El uranio resultó muy útil para la elaboración de vidrio coloreado y las minas de plata como la de St. Joachimstahl sumaron el uranio a su producción.
En 1896, el francés Henri Becquerel descubrió que el uranio emitía una radiación hasta entonces desconocida: la radiactividad. La pechblenda pasó entonces a tener interés científico, además de industrial y muchos científicos comenzaron a estudiar el nuevo fenómeno. Entre ellos, los esposos Pierre y Marie Curie.
Para conseguir material radiactivo para sus investigaciones los Curie procesaban residuos de pechblenda en busca de uranio que no hubiera sido extraído.
Una vez encontraron una muestra de pechblenda que era más radiactiva que el uranio puro. Evidentemente, había ahí alguna otra sustancia radiactiva desconocida hasta el momento.
Los Curie consiguieron una tonelada de pechblenda de St. Joachimstahl y, mediante procedimientos físicos y químicos, la refinaron hasta aislar dos nuevos elementos. Uno se llamó polonio, por el país natal de Marie.
El otro radio, justamente por su alta radiactividad. El informe del descubrimiento del polonio y el radio fue la tesis doctoral de Marie. Además, le valió el Premio Nobel de Química de 1911. En 1903 había ganado el de Física, junto con Becquerel y el propio Pierre por sus trabajos sobre radiactividad.
Marie Curie fue la primera persona en recibir dos Premios Nobel y siguió siendo la única hasta que Linus Pauling ganó el Nobel de la Paz en 1962, luego de haber recibido el de Química en 1954. Pierre Curie murió en 1906 al caer bajos las ruedas de un carro de caballos.
Marie en 1934, por complicaciones derivadas de su exposición a la radiactividad.
En su época no se conocían bien los efectos perjudiciales de la radiactividad y los científicos manipulaban las sustancias radiactivas sin ningún cuidado.
Aún hoy los apuntes de Marie Curie siguen radiactivos, se guardan protegidos en cajas de plomo y quienes desean estudiarlos deben usar trajes antirradiación para no contaminarse.
(*) Docente y divulgador científico
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