El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ha respondido a las críticas del expresidente Mauricio Macri tras el rechazo en el Senado de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.
El Jefe de Gabinete opinó sobre lo ocurrido en el Congreso. Criticó a Macri y negó que lo sucedido sea un fracaso para el gobierno de Milei.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ha respondido a las críticas del expresidente Mauricio Macri tras el rechazo en el Senado de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.
Francos sostiene que esta situación no representa un fracaso para el Gobierno, sino para las instituciones.
Francos enfatizó que el rechazo de los pliegos es inédito en la historia reciente del país. "No creo que sea un fracaso para el Gobierno, en todo caso es un fracaso de las instituciones. Es la primera vez que se rechaza un pliego a la Corte, no registro antecedentes", afirmó el funcionario.
Además, señaló que el Senado demoró un año en tomar una decisión al respecto, convirtiendo el proceso en una cuestión política más que institucional.
El jefe de Gabinete también se refirió a las críticas de Macri, atribuyéndolas al contexto electoral actual.
"Estamos en período electoral, hay una elección importante en la Ciudad de Buenos Aires, por eso Macri toma muchas diferencias por ese tema", expresó Francos. Añadió que, por razones electorales, el expresidente adoptó posiciones contrarias al Gobierno que no había manifestado anteriormente.
"Él ahora plantea temas institucionales que no sé por qué no lo planteó hace seis meses. Son circunstancias de la política. En momentos electorales las fuerzas tratan de diferenciarse", concluyó.
El Senado rechazó los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo, los candidatos que había propuesto el gobierno de Javier Milei, para completar las dos vacantes en la Corte Suprema de Justicia, y le puso fin así a una novela que llevaba 11 meses.
El pliego de García-Mansilla cosechó 51 votos en rechazo, 20 adhesiones y cero abstenciones; mientras que el de Lijo tuvo 43 en contra, 27 acompañamientos y una abstención. De esta manera, la Cámara alta obturó el camino de ambos hacia el máximo tribunal.
La iniciativa para bajar de un plumazo a García-Mansilla -que ya había asumido en comisión- y a Lijo se precipitó luego de que oficialismo se hubiera salteado al Senado al nombrarlos en comisión hasta noviembre.
Por esta razón, la impugnación por parte de los senadores recolectó adhesiones en casi todas las bancadas: desde el interbloque peronista, pasando por la UCR, y hasta el PRO de Mauricio Macri aportaron voluntades para el quórum y el rechazo.
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