Ivana Fux | [email protected]
Puso en duda la coherencia del gobernador; dijo que “coinciden en privado y casi nada, en público”. Además, volvió a criticar a la EPE.
Ivana Fux | [email protected]
Para que no quedaran dudas, Mauricio Macri dijo ayer deliberada y públicamente lo que durante toda la semana se venía advirtiendo a través de versiones promovidas desde Cambiemos: el malestar de la Casa Rosada y, otra vez, la tensión renovada con el gobierno de Santa Fe.
El lunes, Miguel Lifschitz se había reunido con sus pares de Entre Ríos y Córdoba. Y casi al unísono, todos se manifestaron en contra de los recortes que el gobierno central pretende ejecutar sobre partidas destinadas a las jurisdicciones provinciales para poder cumplir la meta impuesta por el FMI de reducir el déficit fiscal con el presupuesto 2019 al 1,3 por ciento del producto. En ese mismo acto, el gobernador santafesino había objetado el “federalismo invertido” que instrumenta Nación, que sólo convoca cuando hay que negociar ajustes. “Nos hubiera gustado que nos llamaran también para conversar obras y otros proyectos”, ironizó. La secuencia continuó el martes con una nueva crítica a otra decisión nacional. En ese caso fue el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, quien calificó como un “error” la refuncionalización por decreto de las Fuerzas Armadas.
La agenda de la semana incluía una reunión del ministro de Economía Gonzalo Saglione con Nicolás Dujovne para empezar a discutir el ajuste presupuestario. Pero lo recibieron funcionarios de segundas líneas. Entonces, comenzó a trascender que los dichos públicos contra la Nación no habían pasado desapercibidos para el gobierno de Macri. Y fue justamente él, quien este jueves desde Johannesburgo y en declaraciones a Radio Dos de Rosario, admitió el disgusto. “Con el gobernador (Lifschitz) coincidimos en casi todo cuando hablamos en privado y en casi nada en público (...) La verdad que no hemos tenido muchos puntos de acuerdo”, alertó.
La luz de Santa Fe
Macri no sólo puso en tela de juicio la coherencia de Lifschitz (“en privado dice una cosa, y públicamente, otra”); también, dio un espaldarazo al menos discursivo a José Corral. Fue tácito, implícito. No lo mencionó, pero hizo suyo uno de los argumentos que el intendente viene pregonando como bandera para cuestionar la política energética de la provincia. Macri, de manera reiterada durante la entrevista, puso de relieve “el costo de la distribución de la energía eléctrica en Santa Fe”, y aseveró que “es la más costosa del país, afectando el desarrollo de los santafesinos. Es el costo más alto de la Argentina”, enfatizó.
“Ya todos sabemos lo que nos cuesta pagar las facturas de luz, de agua, de gas. Y hay gran responsabilidad de las provincias, como Santa Fe o Córdoba, que tienen un costo de distribución muy caro, con sueldos altísimos”, planteó.
Esto último, los ingresos elevados del personal jerárquico de la EPE, es uno de los puntos sobre los que Corral insiste cada vez que alude a la empresa como un organismo “con privilegios” y “una caja negra”, cuyos números reales nunca terminan de salir a la luz. Las acusaciones fueron negadas recurrentemente por las autoridades de la EPE, pero el intendente insiste en que las cuentas del organismo siguen sin ser claras.
Acerca de los tarifazos y de los nuevos incrementos en los servicios que operarían en este último semestre, Macri dijo que “el análisis que hacemos es el que ya todos saben; siempre dije que no iba a participar de una mentira al pueblo argentino, cuando se les decía que la energía se podía regalar”.
Otros puntos
El presidente se refirió también a la exigencia del FMI de bajar el déficit fiscal lo cual redundaría en un recorte de fondos a las provincias. “El ajuste, que quede claro, es la transformación del Estado -dijo-. El Estado se autorreprodujo y terminó aplastando toda actividad privada. Necesitamos un Estado que acompañe y no que aplaste. Los que agitan el fantasma del ajuste lo único que quieren es defender sus privilegios”.
Sobre la denuncia acerca de presuntos aportantes truchos a la campaña electoral de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, Macri evitó opinar y dijo que esperará el veredicto de la justicia. “La Justicia tiene que actuar como corresponde; hemos aportado todo el material. Creo que hay mucha hipocresía. Hay que trabajar en una nueva ley electoral para evitar esos vacíos. No voy a opinar hasta tanto se exprese la justicia”, concluyó.
Albino y el aborto
Consultado sobre la discusión de la ley de despenalización del aborto, Macri dijo que “lo único” que le pidió a los senadores fue “que voten a conciencia y que respeten la opinión de sus compañeros”.
Respecto de los controvertidos dichos de Abel Albino cuestionando la efectividad del preservativo para prevenir enfermedades infectocontagiosas, el presidente optó por rescatar la trayectoria del médico. “No escuché sus declaraciones pero he visto las repercusiones. Albino trabaja muy bien con nosotros en los centros de primera infancia. Es un batallador de hace muchos años en ese sentido. Tenemos que dejar de lado otras consideraciones, que son opiniones de él”, consideró.
Lifschitz con Stolbizer
El gobernador Miguel Lifschitz y la líder del GEN, Margarita Stolbizer, participaron ayer de una primera reunión con dirigentes políticos y actores sociales para analizar la situación del país. Los dirigentes contaron que se reunieron para escuchar a personalidades de distintos campos del conocimiento a fin de conocer sus opiniones y visiones respecto de varios temas de la actualidad y del futuro del país.
“No estamos abordando una agenda electoral, sino dando visibilidad a un espacio de pensamiento que requiere de una expresión política. Y creemos que para iniciar, hay que escuchar y trazar un diagnóstico de las dificultades y de las oportunidades de estos tiempos”, explicaron.