Por Gonzalo Delmonte /Noticias Argentinas
Decidida a participar en las presidenciales del próximo año, evaluó que la Argentina vive una situación institucional de "franca fragilidad". Dijo que el gradualismo "es una muerte lenta".
Por Gonzalo Delmonte /Noticias Argentinas
La presidenta del Consejo Nacional del PRO y ex ministra de Seguridad durante la gestión macrista, Patricia Bullrich, aseguró que "la gente está decidida a un cambio" y para que eso ocurra en el país "tiene que ser alguien que se anime", en referencia a su precandidatura electoral de 2023.
Bullrich, quien se define como una persona "comprometida, valiente y con coraje", afirmó que el "shock es lo único que va a generar que la Argentina pueda tener una salida más rápida" y definió al gradualismo como "una muerte lenta".
- ¿En qué estado institucional se encuentra la Argentina según su opinión?.
- Es un momento institucional muy particular porque la principal institución, que es la Presidencia de la Nación, está totalmente apagada. El partido de Gobierno está dividido en muchas lonjas. Cada intento nuevo de programa se lo van consumiendo rápidamente y los principales problemas siguen sin solución. En la medida en que se van comiendo los programas estos problemas se van agravando. La inflación sigue alta, no sabemos si el oficialismo va a aprobar o no el Presupuesto oficial de su propio Gobierno. Es una situación institucional de franca fragilidad.
- En un contexto tan particular como el que transita el país, ¿cómo se hace desde su rol de precandidata a presidenta de la Nación para generar esperanza?
- Nosotros le hablamos con la verdad, que es mucho más importante que el optimismo vacío. La esperanza va a venir cuando la gente vea y sienta que vamos a poner todo el esfuerzo y carácter para hacerlo. Está más en la capacidad de acción para hacer, no tener miedo y romper los obstáculos que nos pongan en el camino. La gente está decidida a un cambio. Para que haya cambio en la Argentina tiene que ser alguien que se anime.
- ¿El principal rival de Patricia Bullrich es Horacio Rodríguez Larreta o es, eventualmente, Mauricio Macri si llegara a competir?
- Yo no tengo rivales en el PRO. Tengo la decisión de ganar la voluntad popular, así que no tengo rivales. Estoy convencida de que puedo ganar la voluntad popular; que la gente me ve como fortaleza para gobernar el país; que tengo ideas claras; que sostengo las cosas, no tengo miedo, y que voy a ser capaz de enfrentar los obstáculos que me pongan en el camino. No es un problema de rivalidad. No miro al costado, miro a la sociedad.
- El año pasado debió desistir de participar en las elecciones de medio término. Hoy su precandidatura parece lo suficientemente firme, pero ¿podría llegar a suceder algo como para que no compita en 2023?
- No, no puede pasar. Una cosa es luchar por una candidatura a diputada, que es un hecho de carácter casi individual, más allá que un participa de un bloque, y otra es dirigir los destinos de un país que necesita una salida. Abandonar a la sociedad sería algo absolutamente contrario a lo que yo pregono: el compromiso, el esfuerzo, la dedicación, la valentía y el coraje. Eso lo descarto. Lo otro era un hecho individual, esto es un hecho colectivo.
- Entonces, usted está dispuesta a enfrentar en una interna del PRO a cualquier otro contrincante, sea o no Macri…
- Sí. A mí todos me conocen, saben que cuando tomo una decisión soy muy firme. Le puedo dar al país lo que necesita, ya está. El camino está decidido.
- En 2015 la inflación superó el 20 por ciento y la pobreza fue del 29 por ciento. Asimismo, con estos datos apostaron al gradualismo. ¿Por qué la sociedad podría tolerar políticas de shock con estos dos índices desbordados en la actualidad?
- Porque el shock es lo único que va a generar que la Argentina pueda tener una salida más rápida. Un gradualismo es una muerte lenta. Ya la hemos probado, fracasó o por lo menos no nos llevó al lugar donde queríamos ir. La política de cambio, el despliegue del cambio, va a generar una credibilidad social profunda. Nosotros creemos en la credibilidad social.
- Rodríguez Larreta pretende un acuerdo del 70 por ciento con parte del peronismo adentro, usted no. ¿Esto se puede afirmar?
- Si el 100 por ciento del país quisiera hacer un acuerdo para modernizarse, salir y cambiar las leyes, adelante. Estoy de acuerdo. Estaría arriba del 70. Ahora, la Argentina ha demostrado que tiene sectores muy retrógrados que siempre defienden sus propios intereses. Entonces, yo no voy a esperar a tener ni un 40, 50, 60 o 70 por ciento. Yo voy a trabajar con los votos que saque y logrando los cambios de manera inmediata para que la gente vea que estamos en la dirección del país correcta. No me voy a detener a hacer números políticos. Voy a conseguir el apoyo de los que quieran. Los que se pongan en contra será responsabilidad histórica de ellos.
- Dicho esto, ¿se puede encarar un proyecto de país sin el peronismo en la Argentina?
- No es un problema de peronismo o no peronismo. En nuestras filas tenemos sectores peronistas.
- Nos referimos principalmente al kirchnerismo y massismo.
- Depende... El kirchnerismo ha sido hasta ahora reacio a cualquier política que nosotros representemos. Antes de escuchar dicen que no. Vamos a mirar a la sociedad y estamos convencidos de que nos va a acompañar. No importa de dónde vienen ni adónde vayan.
- Pensando en fórmulas electorales en Juntos por el Cambio, ¿Cómo las imagina? ¿Puras o combinadas entre los distintos partidos?
- Pienso que es muy importante tener una verdadera coalición, que significa tener fórmulas cruzadas donde esté el PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica, el Peronismo Republicano...Para mí la coalición no es electoral, es de gobierno.
- Se produjeron diversos cambios dentro del Gobierno en los últimos meses. En este nuevo esquema de poder, ¿Qué le queda al presidente Alberto Fernández hasta diciembre de 2023?
- El presidente no tiene base de sustentación. Le queda aguantar porque no tiene equipo propio, son muy pocos; no tiene territorio ni base política; los diputados y senadores no le obedecen demasiado, puede tener algún poder de veto, pero no tiene capacidad de tener una agenda propositiva. Es una situación muy inestable para él, de aguantar y nada más.
- ¿Cómo puede influir la agenda judicial de Cristina Kirchner en la próxima campaña electoral en medio de este contexto macroeconómico delicado?
- Creo que se ha autonomizado mucho. Si hay algo positivo en la Argentina es que la agenda judicial no influye sobre el resto de las variables. No es que hay inflación porque Cristina Kirchner esté en el medio de un proceso judicial. Eso ha sido algo positivo para el país que alguien, ostentando un cargo tan importante, pueda ser juzgada y estar bajo un tribunal oral en su mismo mandato me parece que eso es una madurez institucional importante del país. Hay que tomarlo así y nosotros (tenemos que) dejar que sea la Justicia la que actúe.
- ¿Considera que están dadas las condiciones para que sea condenada?
- No lo sé. Escuché las acusaciones, pero considero que como presidenta del PRO tengo que esperar que sean los jueces los que determinen y no poner mi subjetividad en el medio porque está cantada la respuesta. Prefiero no darla.