El gobierno nacional planea que para el último trimestre del año que solo los hogares bajo la línea de la pobreza que elabora el Indec reciban subsidios en sus tarifas de gas natural por redes y de energía eléctrica.
En 2022 terminaron los subsidios que por décadas fueron a todos los usuarios, sin importar sus ingresos (ni el grave déficit fiscal). En 2023 las ayudas cayeron 38% y se diseñó una canasta energética que finalmente no se aplicará.
El gobierno nacional planea que para el último trimestre del año que solo los hogares bajo la línea de la pobreza que elabora el Indec reciban subsidios en sus tarifas de gas natural por redes y de energía eléctrica.
El proyecto implica abortar la idea de garantizar una canasta energética, adaptada a la realidad de cada hogar en el país. Se piensa en dividir a los usuarios solo según tengan o no una tarifa social.
Actualmente, en los Niveles N2 y N3, de ingresos bajo y medios, respectivamente se reciben ayudas nacionales que cubren en promedio el 74% y el 59% respectivamente de los costos reconocidos a los generadores y distribuidores en el mercado eléctrico mayorista.
Eso quiere decir que en 7 de cada 10 hogares argentinos se paga apenas el 26% y el 41% de lo que abona el Nivel 1, de altos ingresos (sin subsidios).
El cambio que se diseña en la Secretaría de Energía de la Nación consiste en recortar los subsidios (ya se ajustaron en un 38% en 2024) con lo que solo se cubriría a las familias que queden por debajo de la línea de pobreza elaborada por el Indec, que hoy ronda el 40%. Así, en lugar de 7 cada hogares con subsidios, habrá solo 4 de cada diez. Obviamente, el sector a recortar está en la clase media.
En el plano provincial pueden hacerse lecturas respecto de cuántos santafesinos perderán, con el fin del esquema vigente, los kilovatios cubiertos en parte por el Estado nacional, siempre dentro del sector de ingresos medios (N3).
En materia de distribución de la energía eléctrica, atendidos por la Empresa Provincial de la Energía o por las cooperativas del sector que cubren un 10% de los usuarios de todo el mapa de la bota, el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía muestra que corresponden al Nivel 1, de ingresos altos, 457.846 usuarios.
Como esa porción no recibe ayudas estatales obviamente no cambiarán sus tarifas por los cambios que se avecinan a nivel nacional.
Sin embargo, de esa porción apenas 80.159 clientes realizaron el trámite que tiene carácter de declaración jurada ante el Rase. Los restantes 377.000 no se tomaron ese trabajo y con ello fueron automáticamente inscriptos en este nivel desde hace ya más de dos años.
En tanto, en el otro extremo de los ingresos, con el nivel más bajo, los N2 son 527.459 usuarios, de los cuales más de 168.000 tienen pendiente realizar el trámite para mantener el subsidio.
Finalmente, los usuarios N3, de ingresos medios, alcanzan los 211.052 hogares, siempre en la provincia de Santa Fe. Habrá que ver qué parámetros existente o instrumentos se usan para determinar cuántos de ellos mantendrán el subsidio nacional.
Cabe recordar que cuando se daban detalles sobre cómo iba a ser implementada la Canasta Energética, que ahora se desecha, se confiaba en la capacidad del Estado Nacional de cruzar datos de otras reparticiones públicas, como las que manejan información con datos personales sobre el acceso a obras sociales y medicina prepaga o declaraciones impositivas.
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