Ignacio Pellizzón | [email protected]
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Desde que se aprobó en el año 2013 en la Cámara de Diputados de la Nación la Ley de Fertilidad Asistida, con 204 votos afirmativos y 10 abstenciones, las posibilidades de reproducción en el país se ampliaron de manera notable, al punto de que -a más de siete años de su aprobación- se duplicaron los casos de tratamiento en el país superando los 21 ciclos al año, de los cuales 3 mil se realizan anualmente en Rosario.
Con la irrupción de la pandemia en el 2020 y el estricto confinamiento que comenzó el 20 de marzo, parecía que los casos de Fertilización Asistida en la ciudad iban a entrar en una merma, algo que sucedió al principio, pero que finalmente terminó dándose todo lo contrario.
“Nosotros superamos la cantidad de casos anuales; no sé si adjudicar a demanda contenida, aprovechar las obras sociales, imposibilidad de concretar otros proyectos, es decir, varios factores pueden sumarse”, afirmó a El Litoral la Dra. Viviana Ventura, ginecóloga especialista en Medicina Reproductiva, quien dirige el Instituto de Ginecología de Rosario.
Y agregó: “Por lo general nuestro centro tiene una demanda promedio por año que ronda entre los 800 y 900 casos, pero llamativamente el año que acaba de culminar lo cerramos con un total de 1.100, con lo cual superamos nuestro promedio”.
Para la especialista hay varios factores que pueden influir, “porque cada caso es particular”, pero está claro que el 2020 fue un año en pausa para muchas personas y con la reapertura de las diversas actividades y la posibilidad de asistir a diferentes espacios, provocó que haya una demanda contenida que se volcó de lleno y, que ahora, genere que “estemos trabajando al 100%”, aseguró Ventura.
La Ley 26.862 establece que toda persona mayor de edad, cualquiera sea su orientación sexual o estado civil, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede acceder de forma gratuita a las técnicas y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo.
La normativa establece que se pueden acceder a un máximo de cuatro tratamientos de baja complejidad por año y hasta 3 tratamientos de alta complejidad, con intervalos mínimos de tres meses entre cada uno de ellos.
Para realizarlo es necesario acercarse a cualquiera de los establecimientos de salud registrados y habilitados para realizar prácticas de fertilización asistida que existen en el país. El tratamiento debe ser garantizado por las obras sociales o las prepagas, con lo cual hay que presentar un reclamo en la misma Obra Social o bien ante la Superintendencia de Seguros de Salud. El trámite es gratuito.
Los baches “que encuentro en la Ley de Fertilidad”, señala Ventura, “son en base a la cantidad de la cobertura de casos y, también, creo que el tema de la preservación debería volver a leerse como tantos temas en prevención en la Argentina. Es decir, nosotros ofrecemos cobertura para 3 o 4 casos de fertilización in vitro por encima de los 40 años -que no le ofrecimos preservar su fertilidad por debajo de los 35 años-, con lo cual si atajáramos el problema antes -teniendo la mitad del costo- no tendríamos que afrontar la patología después de los 40”.
En limpio, “mi consejo es que hagan una consulta en cualquier centro de reproducción si tienen alguna duda o a su ginecólogo. La consulta implica hacerse un análisis de sangre y armar una buena historia clínica, entonces se puede rastrear si esa persona tiene antecedentes familiares de fallas ováricas precoces o alguna patología que le podría llegar a complicar su salud en un futuro. Es algo sencillo, no es costoso y tiene cobertura en las obras sociales para realizar las consultas”, culminó.
Cada año, se realizan en el país unos 21 mil ciclos de fertilización asistida. Entre los procedimientos más comunes, están la fertilización in vitro convencional, que consiste en la fecundación del óvulo por el espermatozoide de manera extracorpórea, y el ICSI, en la cual a los espermatozoides se los introduce en el interior del óvulo para facilitar el desarrollo embrionario.
En general, las indicaciones de la fertilización in vitro son por alteraciones en la trompa, la endometriosis, los fracasos de inseminación -con y sin donante- o algunos factores inmunológicos. En tanto, la indicación del ICSI principalmente son las alteraciones de los espermatozoides o las fallas de fertilización previa.