Juan Chiummiento
Este viernes asumen las autoridades elegidas en la última asamblea. La entidad estuvo intervenida durante dos años, tras la detención de su histórico líder.
Juan Chiummiento
Tras dos años de intervención, esta semana la cooperativa portuaria de Puerto General San Martín consagrará a su nuevo presidente, el primero en la era post Herme Juárez. Se trata de Ricardo Marco, quien intentará recuperar parte del trabajo perdido por una entidad que supo monopolizar los servicios de estiba pero hoy abastece menos del 30% del mercado. "No queremos que sigamos pasando lo que pasamos durante décadas", dijo Marco a Mirador Provincial, en la antesala de un momento histórico.
Como ya se escribió tantas veces, durante casi medio siglo Herme Juárez ejerció con mano de hierro el liderazgo del Cordón Industrial Santafesino, siendo el principal gremialista y empresario del polo portuario del sur de Santa Fe. Su poderío comenzó a caer durante la presidencia de Mauricio Macri, cuando fue apuntado en el marco de una saga que incluyó también otras figuras del sindicalismo nacional. Su detención en agosto de 2019 fue un quiebre al que intentó resistir en vano, pues ya todos le tenían el boleto picado.
Durante dos años, la cooperativa -nave insignia del juarismo, donde se concentraban todos los negocios- fue intervenida. "Fue un tiempo terrible. Veíamos el manejo y desastre que se hacía, y nosotros no podíamos hacer nada. Duele que te rompan tu casa y no poder hacer nada", agregó Marco, elegido por la asamblea celebrada hace días, en la que votaron las 114 personas que sufragaron (sobre un padrón de 129).
Según contó el futuro presidente de la cooperativa, entre 2019 y 2021 la entidad redujo fuertemente su participación en el mercado. De operar casi dos tercios del volumen total, hoy maneja apenas un 30%. Menudo desafío para el líder de la agrupación "Miguel Ru", que ingresó a la actividad hace 36 años.
Marco fue uno de los portavoces de lo que consideraron una estafa por parte de Roberto Pasqualino, uno de los interventores. Según denunciaron, se habían desviado más de 1.000 millones de pesos desde las cuentas del Banco Nación hacia un circuito de financieras y mutuales. La Justicia terminó cortando con esa operación, pero el daño ya estaba hecho.
De aquí en adelante, la cooperativa buscará "poner en consideración nuestra mano de obra, que tiene que ser reconocida". Para Marco, "tenemos estibadores especializados, gente con grandes conocimientos, eso es lo que pondremos sobre la mesa al momento de negociar".
No será una tarea fácil. Del otro lado de la mesa están las multinacionales que operan en el Cordón, con un poder de fuego que solo Juárez supo torcer, a fuerza de maniobras que siempre se movieron al filo de los marcos legales, pero que al final de cuentas le dieron buenos dividendos a los trabajadores. Hoy un operario portuario reúne a final de mes unos 150.000 pesos, una cifra nada despreciable pero por debajo de lo que ganaba años atrás, cuando la tarifa de estiba estaba dolarizada.
"No queremos seguir viviendo lo que pasamos durante décadas. Nosotros fuimos bastante mal manipulados. Nunca tuvimos opción de reuniones, de conversaciones. Siempre fuimos denigrados", reflexionó Marco, que aseveró que ahora se abre una nueva etapa con "muy buenas expectativas", a partir de la normalización institucional.
Así como septiembre fue el mes clave para la nueva etapa de la cooperativa, noviembre lo será para el otro bastión histórico de Juárez, la delegación local del Sindicato Unidos de Portuarios Argentinos (SUPA). Según pudo conocer este medio, el interventor prepara para estas semanas las resoluciones en la que se convoque a elecciones.
En el gremio todo indica que asumirán los conductores de la agrupación “Celeste y Blanca”, Marcelo Vergara y Aníbal Cabrera, dos trabajadores que perjuran no tener intenciones políticas que vayan más allá de la actividad gremial.
Como aquí también se ve en desventaja, Juárez pretende sumar nuevos afiliados al padrón. Ya presentó más de 70 pedidos, aunque sectores opositores descuentan que su adhesión no obtendrá luz verde, por tratarse de trabajadores mensualizados que corresponden a otros sindicatos (dicen que hay desde serenos hasta empleados de mantenimiento).