Desde el Parque Nacional Islas de Santa Fe ubicado en Puerto Gaboto, extremo sureste del departamento San Jerónimo, informaron que por primera vez captaron la presencia de pumas, a través de registro fotográficos.
El descubrimiento se dio a conocer esta semana junto con un informe y las imágenes. Nunca un puma había sido visto dentro del predio de 4000 hectáreas. Hubo al menos dos avistamientos y esto agrega a la lista de especies protegidas a este felino de gran porte.
Desde el Parque Nacional Islas de Santa Fe ubicado en Puerto Gaboto, extremo sureste del departamento San Jerónimo, informaron que por primera vez captaron la presencia de pumas, a través de registro fotográficos.
Esta novedad, ha causado sensación en los ecologistas, y se dieron a conocer las imágenes junto con un informe preciso al respecto. Los registros fueron conseguidos a través de cámaras trampas, instaladas dentro del enorme predio, y que son utilizadas para relevar especies de mamíferos medianos y grandes.
El denominado puma concolor, se suma así a las especies protegidas dentro de la superficie que abarca 8 islas y 4.096 hectáreas. Cabe acotar que en la ecorregión del Delta e Islas del Paraná existen muy pocos registros, o bien, no se encuentran sistematizados. El registro más cercano corresponde al Parque Nacional Pre Delta.
En el informe denominado “Notas sobre mamíferos sudamericanos”, la licenciada en Recursos Naturales, Paula Frassón, integrante del área de conservación del Parque, brindó detalles del encuentro. “Se hallaron dos registros independientes de puma en una estación de muestreo (latitud -32,2739; longitud -60,7160; Fig. 2) dentro del PNISF. Los registros fueron capturados con fecha A) el 11 de junio, a las 8:37 am y B) el 23 de julio, a las 10:10 am. De acuerdo a las imágenes obtenidas, no existen indicios que permitan identificar si se trata de uno o dos individuos diferentes”.
Luego, el documento hace referencia a que “la estación donde se obtuvieron las imágenes está ubicada en un ambiente de bosque de albardón, dominado por la especie laurel de río, cuyo sotobosque se encuentra con escasa vegetación herbácea y arbustiva (en comparación con otros ambientes del área completamente cerrados). Bordea este bosque un cuerpo de aguas permanentes, conocido como Madrejón de Aguas Claras”.
Más adelante, el informe de Frassón describe que “el hallazgo de la especie reviste importancia ya que se trata de un depredador tope, condición que puede generar efectos sobre la estructura de las poblaciones de sus presas, así como desatar cambios en los patrones de biodiversidad por el fenómeno de cascada trófica” mientras que “una causa que podría explicar la presencia del puma en un área protegida insular es la habilidad que poseen para nadar, aunque en caso de crecientes extremas se puede esperar que se desplace en búsqueda de nuevos sitios no anegados” y por supuesto, la presencia más arraigada en el lugar tendría que ver con el “menú” de opciones de caza, tales como “carpinchos, zorros de monte, coipos, chanchos y ciervos axis, entre otros y la escasa presión de caza por ser un área protegida insular”.
Finalmente, el trabajo de investigación revela que “estos registros permiten incorporar una especie nueva al listado del PNISF. Esta situación nos ofrece una oportunidad de monitoreo para la especie con miras a desarrollar proyectos de conservación enfocados en este depredador tope”.
Pero qué pasa si una persona se topa con un puma, teniendo en cuenta que se los ha visto incluso en lugares inhabituales como la Autopista –hay no menos de 4 registros durante 2024 de estos animales muertos al parecer atropellados por camiones-. Desde el Parque Nacional recomiendan: No acercarse al animal, mantener la calma, mirar al puma y levantar los brazos para buscar aparentar ser lo más grande posible. Dele siempre al puma una oportunidad para salir, no lo acorrale. Retroceda lentamente y asegúrese de generarle una vía de escape. No huya. No se agache o se ponga en cuclillas. Vocalice. Hable con calma y con regularidad”.
Los pumas tienen entre 70 y 90 centímetros de alzada, los machos pueden llegar a 2,7 metros, pero en general miden 2 metros desde el hocico hasta la punta de la cola, con un peso en los machos de 65 kilos promedio y de 50 de las hembras.
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