El Jardín Municipal Nº 3 Sede Zazpe cumplió dos años de vida, y lo que se planificó como una celebración virtual, terminó concretándose de manera presencial, con el regreso de las y los pequeños a las salas durante el mes de junio, bajo la modalidad de burbujas y respetando todos los protocolos de cuidado vigentes.
La institución abrió sus puertas el 18 de junio del 2019. Cuenta con salitas de 2 y 3 años en dos turnos: mañana y tarde. Actualmente, tiene una población de 35 niños y niñas, que eligen sus aulas para dar sus primeros pasos en el sistema educativo.
Con el regreso a la presencialidad, se dio también la vuelta de los talleres a los espacios del Jardín: Expresión Corporal, Cerámica y Huerta, a cargo de los profesores César Maldonado, Gustavo Borletto y Gonzalo Pautasso, respectivamente. Tal como contaron la directora del Jardín, Verónica Luna, y la coordinadora de los talleres, Natalia Scarafía, estas iniciativas se vienen compartiendo desde la construcción misma del edificio, pero tomaron más fuerza durante el primer año de cursado, entre noviembre y diciembre del 2019.
"Durante el 2020 estuvieron atravesadas por la virtualidad. Por ejemplo, el taller de Cerámica, cuenta con un grupo estable de 10 participantes, que son del barrio o barrios cercanos y se sostienen desde el primer día. Durante el primer confinamiento, el profesor Gustavo Borletto se dedicó a brindar recursos y asesoramiento mediante mensajes y videollamadas y coordinamos la entrega de material que las mujeres retiraron aquí", detalló Scarafía.
Tenés que leerEl gobernador recorrió la obra del nuevo Hospital de Rafaela"En diciembre del año pasado, se retomó la presencialidad y, desde entonces, alternamos presencialidad con virtualidad, siempre siguiendo las medidas de cuidado vigentes", agregó la Directora de la Institución.
Cabe destacar que, desde este taller, se está planificando un proyecto institucional abierto a la comunidad, que se llevará a cabo junto con la docente de Arte Lucía Borgna, y consistirá en la construcción de un Mural colectivo. La propuesta es que, tanto las participantes como las niñas y los niños del jardín, elaboren piezas de cerámica con el objetivo de "contar quiénes somos a las personas que visiten el jardín, pero también a quienes fueron, son y serán parte de él", explicó Luna. Las obras individuales, se unirán así en una gran obra colectiva que se prevé concretar a fin de año y que se erige como un proyecto guía, en el que confluirán los conocimientos aprehendidos y el trabajo realizado.
Asimismo, la Coordinadora destacó que "el Taller de Huertas, tuvo un progreso significativo el último año, gracias al trabajo del profesor Gonzalo con los niños y las niñas del barrio. En este momento tenemos sembradas un montón de especies que están creciendo hermosas. La cantidad de gente que participa va rotando, hay días que tenemos 20 niños y niñas, que además habitan el espacio, juegan, recorren el patio, y otras veces son 10 o 12 chicos, depende de las burbujas y los horarios también. Mientras el jardín estuvo cerrado, el profe se dedicó a mantener la huerta y también se organizaron algunas guardias para cuidar lo sembrado".
Otro taller que comenzó este año es el de Expresión corporal, que brinda el profesor César Maldonado, los miércoles a la tarde: "Como el resto de las propuestas, se dirige a chicos de la comunidad en general. Hay familiares de niños del jardín y vecinitos, son alrededor de 12", puntualizó Luna.
Tenés que leerTrece listas presentaron candidatos en RafaelaTodas estas actividades nacieron con el objetivo de tender lazos con la comunidad, y lograr que las familias del sector sientan la institución como propia desde el primer día: "Lo que queremos es abrir el espacio a la comunidad, que sea un lugar de intercambio, que se geste un sentido de pertenencia con la institución. Que la gente del barrio sienta que el jardín es de todos, que lo cuidamos entre todos y que le hace bien a la comunidad, porque son sus niños y niñas los que participan", aseveró Scarafía.
"Además, nuestra intención es que el Jardín no sólo sea un espacio educativo de primera infancia sino un espacio abierto, comunitario y formativo, que habilita herramientas artísticas y de expresión para todo el barrio. De ahí, que trabajamos con propuestas para todas las edades", concluyó la Directora. A pesar de la pandemia, se continuaron construyendo estos espacios, una gran demostración de que los objetivos se van logrando y de que la institución tiene un lugar especial en la comunidad en la que está inserta.