Lucía Dozo | [email protected]
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Al pie de un retoño en Rosario se puede encontrar la placa de un poeta con sus versos. Después de la 29ª edición del Festival Internacional de Poesía de Rosario (FIPR), y con el auspicio de la Secretaría de Cultura y Educación y la de Ambiente y Espacio Público de la ciudad, se inauguró en el Parque de la Arenera -ubicado en avenida Francia y el río Paraná- el primer Bosque de la Poesía rosarino.
En esta primera plantación fueron homenajeados los y las poetas Lidia Benas, Concepción Bertone, Celia Fontán, Nora Hall, María Lanese, Florencia Lo Celso, Victoria Lovell, Jorgelina Paladini, Héctor Berenguer, Eduardo D’Anna, Rubén Echagüe, Rafael Ielpi, Jorge Isaías y Alejandro Pidello.
Cada árbol plantado tiene una placa de mármol en el suelo, con un verso de cada autor o autora, y la fecha de plantación. En la inauguración de este bosque -que es el primero de muchos que se instalarán en espacios públicos de la ciudad- se plantaron árboles de 14 especies diferentes. Los y las poetas ya tienen al pie de cada árbol su placa conmemorativa con distintas frases como, por ejemplo, esta de Jorge Isaías: “La poesía brilla debajo del barro”.
En Rosario el proyecto fue impulsado por las secretarías de Cultura y Educación, y de Ambiente y Espacio Público a modo de respuesta poética ante los incendios intencionales que se expanden por toda Latinoamérica. La idea fue desarrollada por los poetas Leopoldo “Teuco” Castilla, Aldo Parfeniuk y Pedro Solanz.
En la Argentina, la iniciativa que ha recibido el apoyo de la Academia Nacional del Folklore, la Sociedad Argentina de Escritores y La Fundación Manuel Castilla, ya cuenta con 16 bosques en provincias como Córdoba, Catamarca, La Rioja, Salta, Santiago del Estero, Entre Ríos y Buenos Aires.
Experiencias similares se llevaron a cabo hace años por iniciativa de Leopoldo Castilla en Nueva Esparta y Arizmendi, en Venezuela y en Huánuco, Perú, por lo que está previsto hacerlas extensivas a toda Latinoamérica.
Durante el “acto de plantación” a fines del año pasado en Rosario, el secretario de Cultura y Educación municipal, Dante Taparelli, declaró: “Aquí se atan dos destinos, porque no hay un acto más fundante y más poético que plantar un árbol. La plantación es en defensa de los recursos naturales. La memorabilia es una forma de transformar las bellas letras que están en las bibliotecas en paisaje urbano, darles un lugar a los y las poetas que se fueron antes que nosotros, donde la poesía reine. Esto es territorio de la memoria y la poesía es la memoria del amor y la belleza”.
Entre los poetas que integran el Bosque de la Poesía se encuentra María Lanese, quien nació en julio de 1945 en Ripalimosani (Campobasso, Italia), en el seno de una familia de campesinos que emigró a Argentina en 1949. Desde entonces reside en Rosario. Su tarea es multifacética: psicoanalista (egresada de la carrera de Psicología de la UNR), cantante y poeta. Además, entre 1995 y 2019 ocupó diferentes cargos de gestión cultural en la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario y en el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe. En la actualidad es miembro de la comisión directiva de Centro PEN de Argentina; cabe recordar que PEN Internacional es la asociación mundial de escritores fundada en Londres en 1921 para promover la amistad y cooperación intelectual entre escritores de todo el mundo.
Entre sus libros de poesía figuran “Sudarios”, “Versos templados”, “Ancora” y “Cartas de cera”, en ediciones bilingües español-italiano.
Recientemente fue distinguida por el Centro Guadalajara de PEN Internacional con el galardón a la excelencia literaria Raúl Aceves, otorgado como parte de los festejos del centenario de la institución y dentro de las actividades de la Feria del Libro de Guadalajara. Este reconocimiento se suma a muchos otros, ya que su antología personal “Andante” ha sido traducida al serbio; también integró la antología “Italiani d´altrove” (Rayuela Edizioni, Italia) y el dossier de la revista de la Universidad de Antioquia (Colombia) “Exilios cruzados”, selección bilingüe de escritores argentinos y catalanes, editada por PEN Cataluña.
Otro de los poetas que forman parte del Bosque de la Poesía es Jorge Isaías, que nació en Los Quirquinchos, Santa Fe, en 1946 y reside en Rosario. Publicó más de 40 libros de poesía, narrativa y ensayo, varios de ellos traducidos al francés y al inglés. Participó en numerosas antologías nacionales e internacionales y fue galardonado en varias oportunidades por distintos organismos privados y oficiales. Algunas de esas distinciones son el premio José Pedroni que otorga en poesía la Secretaría de Cultura de la Provincia y el Premio Internacional Dámaso Alonso de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras y la Fundación Andrés Bello, con sede en Madrid, España, otorgado en 2017 en base a “los méritos de las obras literarias”.
Además, en 1993 la Fundación Astengo premió su trayectoria en el género poesía. En 1998, el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Santa Fe declaró de interés educativo su obra “La persistencia del canto”. En 1999, la honorable Cámara de Diputados de la Nación declaró de interés cultural nacional su obra tanto en prosa como en verso.
La crítica ha señalado que Isaías propone en sus trabajos un recorrido que nace en sus recuerdos más profundos de la infancia en Los Quirquinchos y luego avanza hacia una adolescencia que oscila entre la llanura y la proyección de su vida en la ciudad. Desde 1990, escribe en la contratapa del suplemento “Rosario 12” del diario “Página 12”. Entre sus libros pueden mencionarse “Poemas a silbo y navajazo”, “Crónica gringa”, “Poemas de amor”, “La memoria más antigua” y “Áspero cielo”, entre otros.
Por último, otro autor que integra el Bosque de la Poesía es Rubén Echagüe (Rosario, 1948), licenciado y profesor en Artes Visuales por la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, donde se ha desempeñado como docente. Es crítico de arte, curador independiente y conferencista; escribió un gran número de artículos sobre su especialidad, como así también sobre temas de interés general. Estuvo a cargo de la columna de Arte del diario “La Capital”, del cual fue posteriormente colaborador independiente. En 1989 publicó un libro sobre la vida y la obra del pintor Augusto Schiavoni en la editorial de la UNR. Expone desde 1975 y obtuvo numerosas distinciones, además de actuar como jurado en diversos certámenes. Entre 1985 y 1990 se desempeñó como director del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino de Rosario y ha sido coordinador de Actividades Culturales de la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez, dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, en donde creó, en 1990, el Espacio de Arte que coordinó a lo largo de 25 años. Dentro de su producción poética pueden señalarse los libros “La casa en llamas”, “Fin de la edad de oro”, “Paraíso negado”, “Celda” y “Poemas de la peste”.