Mauro Dalmazzo
Se trata de un matrimonio, el hijo de 14 años y una señora de 86. Durante 20 años vivieron en Ángel Re 1061 en el barrio Ciudad Nueva. Como consecuencia de la pandemia se quedaron sin trabajo y no pudieron hacer frente al pago del alquiler. El 30 de agosto fueron desalojados.
Mauro Dalmazzo
Una familia que fue desalojada por no poder hacer frente al pago del alquilar, usurpó el viejo Motel sin estrenar de Pastorino, ubicado en el kilómetro 360 de Ruta Nacional 8, en inmediaciones del casco urbano de Venado Tuerto.
En el lugar se instalaron un matrimonio compuesto por Gerardo Cabrera, Nanci Rita, su hijo Jeremías de 14 años y una señora mayor de 86.
La familia se domicilió los últimos 20 años en una vivienda ubicada en calle Ángel Re al 1.061, en el barrio Ciudad Nueva. Y todos forman parte de una Iglesia Evangélica que brindaba contención en el lugar.
Al viejo Motel se trasladaron en un automóvil, llevando de tiro una pequeña casilla en la que duermen Jeremías y su abuela de 86 años. Mientras que por falta de lugar, Nanci y Gerardo pasan la noche acostados en el automóvil.
Durante la Pandemia se quedaron sin trabajo y se les hizo imposible abonar el alquiler mensual. Con el correr de los meses la situación se fue poniendo tensa. Y finalmente el 16 de agosto les llegó un escrito informándoles que iban a ser desalojados.
Gerardo padece problemas de salud y está a la espera de ser operado de vesícula. Mientras que Nanci trata de ganar la moneda diaria haciendo las veces de cadete.
Desde el Poder Judicial intervinieron llevando adelante las actuaciones de rutina, pero por el momento han decidido no ordenar el desalojo de la familia, al menos hasta que cuenten con un lugar digno en donde alojarse.
“Nos desalojaron el 30 de agosto, y desde ese día que estamos acá. Nosotros durante 20 años vivimos en Ángel Re 1061, pero no pudimos seguir pagando el alquiler. El 16 de agosto me llegó el aviso y ya el 30 nos sacaron. Teníamos las cosas arriba del camión y con mi esposo nos miramos preguntándonos a dónde íbamos a ir. Y no nos quedó otra que meternos en este lugar”, relató Nanci.
Al predio llegaron en el automóvil y “una casilla. Tiene dos camas, en las que duermen mi suegra de 86 años y mi hijo de 14. Yo y mi esposo dormimos arriba del auto, con toda la incomodidad y el frío que pasamos. Pero no tenemos otro lugar a donde ir. Lamentablemente no hemos recibido ayuda de ningún político”, agregó.
El viejo Motel de Pastorino es una construcción sin terminar, la cual quedó trunca en el año 1.977. En un primer momento las historias urbanas hacían referencia a que la obra no avanzó por un fallo de cálculo en las dimensiones de los garajes, en los cuales no daba el ancho para abrir las puertas de los vehículos. Esta teoría posteriormente fue desmentida por el propietario del emprendimiento, quien señaló que los trabajos no terminaron porque la empresa constructora quebró.
El lugar no cuenta con los cerramientos correspondientes. Y tampoco con ningún tipo de servicios. Con lo cual la familia no tiene acceso a agua, sanitarios ni electricidad.
“No pedimos que nos regalen nada: ni terreno ni casa. Solo pedimos que nos den la posibilidad de alquilar una vivienda que podamos pagar. No estoy acá porque me gusta, sino que estoy acá porque no tenemos donde ir. Mi esposo está enfermo, por ser operado de la vesícula y no puede trabajar”, indicó Nanci.
En tanto ella trabaja de “cadete, en la calle todo el día para poder darle de comer a ellos. Nosotros formamos parte de la iglesia que está ubicada en el mismo lugar. La gente del barrio Ciudad Nueva nos conoce y también tratan de ayudarnos”, añadió.
Desde el Ministerio Público de la Acusación tomaron intervención el día martes, cuando recibieron la información relacionada a la usurpación.
En ese momento no existía denuncia del propietario el inmueble, cosa que sí ocurrió en la jornada del miércoles. Pero por el momento no se dispuso el desalojo de la familia.
La causa en un principio estuvo a cargo de la fiscal de turno Andrea Cavallero, y en los últimos días pasó a manos de Horacio Pueyrredón.
Fuentes judiciales consultadas por Sur 24 indicaron que “se tomaron medidas relacionadas con identificar a las personas y realizar tomas fotográficas. Además de notificarlos. Y ante la colección de evidencia, veremos si deciden abandonar el lugar”.
Aunque aclararon que “al no haber una afectación directa sobre el derecho de propiedad (donde no intentan alquilar ni vender el inmueble), es más difícil resolver al respecto desde lo Penal. Quizás sea más sencillo desde el Juzgado en lo Civil”, agregaron en estricto off the record.