En la antesala de una nueva asamblea de accionistas de Vicentin, el juez que tramita su convocatoria mantuvo una reunión con las tres firmas que actuarían como inversoras estratégicas para asegurar su continuidad. Los número uno de la Asociación Cooperativas Argentinas (ACA), Molinos Agro y Viterra Argentina (ex Glencore) estuvieron este miércoles en el despacho de Fabián Lorenzini, donde a lo largo de tres horas afinaron el lápiz para lograr una salida a la crisis de la agroexportadora.
El encuentro se produjo diez días después de que el magistrado rechazara una primera propuesta de acuerdo elevada por la concursada, por considerarla "abusiva". La misma había sido elaborada en conjunto con las empresas inversoras, con quienes Vicentin firmó una carta de intención no vinculante.
A grandes rasgos, la oferta que Lorenzini mandó a reformular planteaba un plan de pagos a 15 años -con una fuerte quita sobre la deuda-, que iba a ser sustentado con una inyección de fondos de u$ s 607 millones por parte de ACA, Molinos y Viterra.
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En la reunión mantenida este miércoles, el magistrado pidió a las empresas rever criterios y llegar a una propuesta superadora, que convenza al juzgado y los acreedores. Durante unas tres horas, Mario Rubino Amancio Oneto y Bladimir Barisic (representantes de ACA, Molinos y Viterra, respectivamente) intercambiaron opiniones, números y proyecciones. "Fue una conversación sin chicanas, puramente técnica", describió uno de los participantes.
En su rechazo, el magistrado había pedido mayores precisiones respecto del cronograma de pagos, así como del porcentaje de quita ofrecido. Si bien informalmente Vicentin habló de un 70%, en el documento que acompañó al expediente no había precisiones sobre un aspecto que es considerado central. El fallo judicial habla de que la pérdida para los acreedores sería aún mayor, al no considerar intereses.
Siguiendo la interpretación de las palabras vertidas hace diez días, en la reunión de este miércoles Lorenzini pidió que la nueva propuesta tenga guarismos ciertos. Asimismo, solicitó que los inversores busquen estrategias para llegar a una oferta económica superadora, tal cual prometió el director de Vicentin, Estanislao Bougain, en una última audiencia con acreedores.
¿Cómo lograr mejorar la oferta? Por allí parece pasar la clave del asunto. Durante el encuentro se mencionó la posibilidad de recortar aún más la futura participación accionaria de los actuales titulares de Vicentin. Según la primera propuesta, la "familia" podría retener hasta un 20% del paquete. Una de las salidas sería bajar esa pretensión, para que los inversores tengan un margen mayor de maniobra.
Los tres inversores estratégicos mostraron en el cónclave su fuerte interés por avanzar en las negociaciones. Para Molinos, la jugada le permitiría agrandar su planta en el Cordón Industrial, pegada a la de Vicentin. En el caso de ACA, significaría no solo mejorar su posición de mercado sino equilibrar sus finanzas (al tiempo que es un importante acreedor en el concurso, debe recuperar parte del dinero prestado a sus cooperativas asociadas, a las que salió a “rescatar”). Desde la óptica de Viterra, no deja de ser una oportunidad de concretar un negocio relevante.
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Para que cualquier planteo tenga asidero, primero deberá ser convalidado por la propia agroexportadora, que este jueves por la tarde tendrá una nueva asamblea de accionistas. En este caso será de carácter extraordinario y al solo efecto de dar instrucciones al directorio respecto a la confección y presentación de la propuesta de acuerdo concordatario. Vicentin quiso suspender la asamblea cuando se conoció el fallo de Lorenzini hace diez días. Sin embargo, la firma tuvo que ceder a sus pretensiones y organizarla igual.
Hasta ahora, el próximo jueves 16 de diciembre sigue siendo el plazo final para que Vicentin logre las mayorías necesarias para convalidar su acuerdo preventivo. Caso contrario, se abre un proceso de cramdown, en el que los acreedores pueden presentar sus propias ofertas. Esta última opción no es la más deseada según los principales actores del concurso, puesto que no hay certezas sobre hacia cómo podría terminar.
Desde el juzgado descuentan que en el corto plazo la concursada presentará un pedido de prórroga, pero aún no lo hizo. De concretarse, es plausible pensar que Lorenzini le haga lugar, aunque a juzgar por sus antecedentes lo ejecutará imponiendo algunas condiciones, como por ejemplo la realización de audiencias informativas.