La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia de salud pública de alcance internacional debido al brote actual de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono.
La Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia de salud pública de alcance internacional por la enfermedad, antes conocida como viruela del mono.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia de salud pública de alcance internacional debido al brote actual de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono.
Esta medida surge como respuesta al alarmante crecimiento de casos en varios países, particularmente en la República Democrática del Congo, y su propagación a otras regiones. Es la segunda vez en dos años que la OMS emite una alerta de este tipo, subrayando la amenaza global que representa esta enfermedad infecciosa.
La mpox es una enfermedad viral que se transmite principalmente a través del contacto directo con lesiones en la piel, fluidos corporales, gotículas respiratorias y materiales contaminados como ropa o ropa de cama. La transmisión puede ocurrir de manera no exclusiva por vía sexual, aunque en el brote actual se ha observado una predominancia en la transmisión sexual en ciertos grupos.
Los síntomas más comunes incluyen la aparición de exantemas vesiculares que pueden localizarse en genitales, perianales, manos y torso, acompañados de fiebre, mialgias, cefalea, astenia y linfoadenopatía.
El exantema característico de la mpox pasa por diversas etapas, comenzando como máculas, evolucionando a pápulas, vesículas, pústulas y finalmente costras. La enfermedad puede confundirse con otras infecciones exantemáticas como la varicela o el herpes zóster, lo que dificulta su diagnóstico.
En tal sentido, el Ministerio de Salud de Argentina enfatizó la importancia de identificar y aislar los casos sospechosos, realizar un rastreo de contactos, y asegurar el seguimiento y aislamiento de aquellos que desarrollen síntomas. Esta estrategia es fundamental para interrumpir la cadena de transmisión y contener el brote.
En Argentina, desde el comienzo del año 2024, se han notificado 39 casos sospechosos de mpox, de los cuales 5 han sido confirmados y 10 permanecen en estudio. Es importante destacar que, aunque la cantidad de casos confirmados es baja, la vigilancia epidemiológica sigue siendo esencial para prevenir la propagación de la enfermedad.
Los casos confirmados en Argentina presentan una mediana de edad de 34 años, con un rango que va desde los 23 hasta los 38 años. De los cinco casos registrados, cuatro corresponden a personas de sexo masculino y están distribuidos en las provincias de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Fe y Río Negro. Hasta la fecha, no se han registrado fallecimientos en el país durante el presente año.
El primer caso de mpox en Argentina se detectó en la semana 21 de 2022. Durante ese año, se confirmaron 1.025 casos, con dos fallecimientos. En 2023, el número de casos disminuyó significativamente a 124, y en 2024, hasta la semana epidemiológica 27, no se habían registrado nuevos casos confirmados. Sin embargo, la aparición reciente de cinco nuevos casos ha encendido las alertas de las autoridades sanitarias.
A nivel global, la OMS ha expresado su preocupación por la expansión de la mpox a países donde previamente no se habían reportado casos, como Uganda, Ruanda, Burundi y Kenia. Según datos del Africa CDC, se ha observado un aumento del 160% en los contagios en 2024 en comparación con el año anterior.
En este contexto, es crucial que la población tome medidas preventivas para evitar la propagación de la mpox. El Ministerio de Salud recomienda evitar el contacto estrecho con personas que presenten síntomas compatibles con la enfermedad, incluso si aún no han recibido un diagnóstico confirmado.
Además, se insta a la autoprotección mediante la precaución ante el contacto físico y respiratorio con casos sospechosos o confirmados, especialmente en situaciones de contacto íntimo o sexual.
La declaración de emergencia global por la mpox subraya la necesidad de una respuesta coordinada y eficaz para controlar la propagación de la enfermedad.
En Argentina, aunque los casos son limitados, la vigilancia continua y las medidas preventivas son esenciales para proteger a la población y evitar un brote más amplio.
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