La alfombra roja de los BAFTA recibió a las estrellas del séptimo arte en el Royal Festival Hall de Londres. Artistas como Demi Moore (vestida por Alexander McQueen), Selena Gómez, Cynthia Erivo y Camila Cabello deslumbraron con sus looks.
El brillo fue uno de los grandes protagonistas de la noche, al igual que las siluetas ajustadas y los diseños con mucho volumen. La gran ausencia de la noche fueron el príncipe William, presidente de la Academia Británica de Televisión y Cine, y su esposa, la princesa Kate Middletón, quienes, según la prensa local, viajaron a Mustique.
La alfombra roja de los BAFTA recibió a las estrellas del séptimo arte en el Royal Festival Hall de Londres. Artistas como Demi Moore (vestida por Alexander McQueen), Selena Gómez, Cynthia Erivo y Camila Cabello deslumbraron con sus looks.
También se destacó la presencia de Orlando Bloom y la creatividad de los creadores de la saga de animación Wallace y Gromit.
La 78ª edición de los premios BAFTA dio la bienvenida a los grandes protagonistas del cine de este año, como Timothée Chalamet, quien está nominado a Mejor Actor por su papel en el biopic de Bob Dylan, A Complete Unknown / Un Completo Desconocido, junto con el británico Ralph Fiennes (Cónclave).
El príncipe William, presidente de la Academia Británica de Televisión y Cine (BAFTA), y la princesa Kate fueron los grandes ausentes de la colorida alfombra roja, donde también se echó en falta la presencia de Karla Sofía Gascón, la primera mujer transgénero nominada a Mejor Actriz Principal por Emilia Pérez.
Sin embargo, su participación se vio opacada por una controversia relacionada con comentarios xenófobos en la red social X (anteriormente Twitter), lo que la alejó de la ceremonia.
Entre las personalidades más atractivas de la noche estuvo Selena Gómez, quien destacó con un vestido escotado totalmente bordado en pedrería.
El acento español no desapareció gracias a la cantante cubano-mexicana Camila Cabello, quien sorprendió con un vestido de transparencias y brillantes.
También estuvo presente el español José Prats, nominado a Mejor Corto Británico de Animación por Adiós. Cabello, quien entregó uno de los galardones durante la ceremonia, celebró su participación en el evento y anunció su próxima gira por Europa este verano, con shows en Madrid, Barcelona y Marbella.
Ariana Grande también deslumbró con un vestido escotado y con mucho volumen, reafirmando su estilo único. Aunque no tiene proyectos confirmados en el cine, expresó su amor por la música española y su deseo de colaborar con C. Tangana y Rosalía.
La elegancia tuvo personificación en Adrien Brody y Orlando Bloom, quienes lucieron sus mejores galas. Brody, quien está nominado a su primer BAFTA por The Brutalist tras una nominación fallida en 2003 por El Pianista, destacó por su presencia en la alfombra roja.
Desde 2017, el príncipe Guillermo, Kate Middleton o ambos han desfilado religiosamente por la alfombra roja de los premios BAFTA, pero este año ninguno de los dos ha asistido al esperado evento.
A pesar de que desde el palacio de Kensington han preferido no explicar por qué los príncipes de Gales no han acudido a la ceremonia de este año, una noticia publicada hace unas horas sostiene que han preferido tomarse unas vacaciones en el Caribe.
Según Mail on Sunday, Guillermo, Kate y sus hijos, George, Charlotte y Louis tomaron este pasado jueves un vuelo comercial de la British Airways —eso sí, en clase business—. Tras aterrizar en Santa Lucía, tomaron un vuelo privado a la isla de Mustique.
Se trata de uno de los destinos favoritos de Guillermo y Kate desde hace tiempo (como en su día lo fue de la princesa Margarita), hasta el punto visitar la isla cuando George tenía apenas 18 meses.
Este viaje anual parece haberse convertido en una tradición de febrero para los Middleton, a juzgar por las costumbres de Kate en los últimos años, incluso cuando Guillermo no ha podido acompañarla.
También han viajado allí en los meses de verano con toda la familia para disfrutar de la isla durante una semana en algún que otro mes de julio. Cuando eso sucede, otra de las costumbres de la pareja es la de salir a cenar y disfrutar de la vida nocturna de la isla al menos una noche, dejando a los niños en casa, a buen recaudo.
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