Ayrton Díaz tenía 21 años cuando fue asesinado en su casa de la ciudad de Santo Tomé, en 2021. Por el crimen, dentro de unos días, comenzará a ser juzgada quien había sido su pareja, que en ese momento tenía 18, pero ya cumplió 21. Ella se llama Lourdes Seniquel y está acusada de homicidio agravado por el vínculo, delito por el que la fiscalía solicita la prisión perpetua. El viernes se conoció el cronograma para el proceso oral y público. "Era de noche y yo cocinaba en mi casa cuando me llamó mi abogado para contarme. Me sorprendió y me dio miedo porque no se lo que va a pasar. Temo que los jueces le den sólo unos años de cárcel, que no se haga justicia", reconoció Lidia Rodríguez, mamá de la víctima.
Ella ya memorizó las fechas previstas para las audiencias del juicio: "Comienza el martes 10 de septiembre y sigue el 11, 12 y 13. El 16 van a ser los alegatos finales y el 18 vamos a conocer la sentencia", puntualizó la mujer que es querellante en la causa y es representada por el abogado Daniel Rocca.
El Tribunal estará presidido por el doctor Octavio Silva y tendrá como integrantes a las juezas Cecilia Labanca y Celeste Minniti.
Lidia no podrá asistir a las audiencias, porque deberá declarar como testigo. Quienes sí estarán presentes todos los días en la sala serán sus pilares, sus dos hermanas, María y Luciana.
María, que es la mayor de las tres, enfatiza al decir que no aceptarán una pena menor que la perpetua. "Es lo mínimo que merece", afirmó.
Dolor
"Lidia sigue yendo todos los días al Cementerio para visitar a su hijo. No faltó un solo día desde que lo sepultamos. Con calor, con frío... A veces se va sola, a veces, cuando llueve mucho, la lleva su marido en la camioneta. Va los sábados y los domingos… y los feriados. Ya pasaron más de tres años del asesinato. Desde que sucedió, las fiestas son sólo para abrazarnos y llorar. El dolor sigue hoy como el primer día", señaló la tía.
"Es triste llegar a la casa de mi hermana -agregó- y no verlo a él, para que te salude, con esa sonrisa y que te diga que todo está bien. Se extraña cada vez más. Ese es el dolor que vamos a tener toda la vida. Porque era un chico bueno, querido. Era una dulzura. No tenía maldad. Era un niño más. Yo no quiero estar en el lugar de mi hermana, porque como tía siento un dolor que no te puedo explicar. Ella cierra sus ojos y piensa en su hijo, los abre y piensa en su hijo".
"No es un capricho el pedido de prisión perpetua. A mi nene no lo voy a ver más. Eso es lo que la Justicia no entiende. Si le dan sólo unos años de pena, va a salir y mi hijo del cementerio no sale nunca más", se lamentó Lidia, la mamá de Ayrton. Crédito: Manuel Fabatía
Lidia sostiene que "no es un capricho el pedido de prisión perpetua. A mi nene no lo voy a ver más. Eso es lo que la justicia no entiende. Si le dan sólo unos años, va a salir y mi hijo del cementerio no sale nunca más. Es mentira que el dolor pasa, porque nunca pasa… todo el día, todos los días pienso en mi hijo. Yo me levanto pensando en mi hijo y me duermo de la misma forma. Yo no lo voy a ver más, ni en esta ni en la otra vida. Porque no hay otra vida. Lo extraño tanto, tanto".
Luciana es la menor de las hermanas. Ella afirma que en la casa no pueden mencionar a Ayrton sin largarse a llorar. "A mi sobrino no lo vamos a tener más, no lo volveremos a tocar ni sentir su calor, ver su sonrisa. No lo vamos a ver crecer. Así le den perpetua a esta chica, ella va a seguir siendo visitada por su mamá, por sus hermanas… su familia va a poder seguir sintiendo su calor. Nosotras no. Esperamos que la justicia nos escuche y tome la decisión correcta".
El crimen
El homicidio se perpetró durante las primeras horas del sábado 25 de septiembre de 2021 en barrio Villa Adelina de Santo Tomé. Allá vivía Ayrton, que trabajaba en una pollería de la ciudad de Esperanza y por las tardes daba una mano en un merendero junto a su mamá.
La madrugada trágica, vecinos llamaron a la familia para avisar que la casa del muchacho se estaba incendiando. El actual marido de Lidia fue el primero en entrar a la vivienda. Buscó al joven por toda la casa y alumbrando con su teléfono celular lo encontró ya muerto en la cocina. "Cuando él salió y dijo que no entremos, me metí corriendo. Mi hijo estaba en un rinconcito. Ya estaba frío cuando lo abracé. Ella lo había apuñalado en el cuello, le cortó la aorta. En las puertas había manchas de sangre, como manotazos. Se ve que la asesina bloqueó las puertas de alguna forma para que él quede encerrado y se desangre. Luego, prendió fuego para ocultar rastros", recordó Lidia.
Según sostienen los investigadores, Lourdes contactó por teléfono a Ayrton esa noche y lo convenció de verse en la casa de él. Habían tenido una relación con muchas idas y vueltas. La fiscalía y la querella creen que la mujer tomó desprevenido al joven, que no tenía ningún tipo de lesión defensiva en el cuerpo.
Cámaras de vigilancia del barrio y algunos testigos sitúan a la mujer en la zona del crimen esa madrugada. En el pedal de su bicicleta, los peritos hallaron sangre de la víctima. Además, la ropa y las zapatillas que ella llevaba puestas en las imágenes de ese día desaparecieron. A Ayrton sólo le faltaba su teléfono celular.
El abogado que representa a Seniquel, el doctor Nicolás Mosconi, sostiene que ella era víctima de violencia de género y que el homicidio se produjo en ese contexto. Este argumento fue utilizado ya en distintas instancias del proceso, al pedir la libertad de la mujer, que llega al juicio en prisión preventiva.
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