Fuente: Procuración General de la Nación
Tras el “Operativo Flipper”, que en septiembre desbarató una banda dedicada a la producción y comercialización de droga en Rosario, el juez federal Carlos Vera Barros ordenó el jueves pasado la detención del agente de la Policía Federal José Luis Dabat, quien quedó procesado en calidad de partícipe necesario por la presunta tenencia de elementos para la producción de estupefacientes, fabricación y fines de comercialización, todo ello agravado por la intervención de tres o más personas.
Así, el juez hizo lugar a la solicitud del fiscal Juan Murray, que a partir del análisis de las escuchas realizadas el 5 de septiembre, reveló que Delfín David Zacarías -mientras estaba detenido en la Alcaidía- le pide a las 23.25 a Gonzalo Jaime que se vaya a lo de “La Rubia” (quien podría ser Olga Medina) y que de ahí lo llame. A las 00.16 hs. del día siguiente (es decir, aproximadamente 45 minutos después), Zacarías habla con una mujer que le dice que no encuentra a una persona, que no lo atiende, por lo cual le ordena que vaya la vivienda de esa persona que “están buscando desesperadamente”. Minutos después, en la comunicación de las 00.36, Zacarías le indica a la mujer que vaya con Gonzalo a lo de “He-Man”, en la localidad de Granadero Baigorria. Ello consta en las transcripciones del 12 de ese mes del teléfono utilizado por Gonzalo Jaime.
Las declaraciones testimoniales de cinco personas confirmaron que el “He-Man” mencionado en las conversaciones analizadas es José Luis Dabat, quien tiene el pelo castaño claro “y en su momento lo usaba largo con un corte tipo carré, por eso el apodo, por el dibujito animado”.
“Que baje las persianas”
En otra conversación, Ruth Castro (la nuera de Zacarías) habla con un hombre llamado “Diego”, para avisarle que “le dijo ‘He-Man‘ (Dabat) que le avise a ‘La Rubia‘ (la ‘Tata‘ Medina) que baje las persianas”. Ese día, en junio, se libraron cuatro órdenes de allanamiento contra lugares de expendio de drogas al menudeo, que eran abastecidos por la organización que encabezaba Delfín David Zacarías. El llamado “para bajar las persianas” frustró esos operativos.
Por ese diálogo, se ordenó que Dabat preste declaración indagatoria. El ahora detenido había negado que su apodo sea “He-Man” y que a Ruth Castro sólo la conocía porque a veces le recibía el pago de la frecuencia y cuentas corrientes de un vehículo suyo utilizado como remis. El 10 de octubre se le dictó la falta de mérito por no haber certeza de que efectivamente ‘He-Man‘ fuera él. Con esas afirmaciones, según Vera Barros, Dabat buscó “desvincularse del hecho imputado y mejorar su situación procesal”, pero sin pruebas que los respalden.
Ahora, “en consecuencia, a esta altura de la investigación y luego de profundizada la misma, se presume que a quien se refería Ruth Castro en la conversación antes señalada era Dabat, apodado ‘He-Man’, es más, que es la persona a la cual se refiere Delfín Zacarías en la conversación que mantiene desde la Alcaidía estando en detención e incomunicado, por lo que otra vez más se lo ve aparecer como relacionado a los hechos investigados y formando parte de la empresa criminal investigada, sin dejar de recordar el tenor de las conversaciones señaladas por el Fiscal”, estableció el juez Vera Barros.
Por otro lado, el juez mantuvo la falta de mérito contra la imputación a Dabat por el “delito de la participación en la conversión, transferencia administración, venta, gravamen, y disimulación de dinero, muebles e inmuebles provenientes de las ganancias producidas por el tráfico de estupefacientes para la adquisición de apariencia de origen lícito en los mismos realizada por David Delfín Zacarías”. Ello, aclaró, sin perjuicio de que surjan otras pruebas con el correr de la investigación.
La pesquisa a cargo del fiscal Juan Murray comenzó en marzo, con la intervención de equipos interdisciplinarios de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). En septiembre se realizó el “Operativo Flipper” (en referencia a Delfín Zacarías), que consistió en 14 allanamientos y por el que se secuestraron 300 kilos de pasta base y clorhidrato de cocaína ya procesado, alrededor de 1300 litros de precursores químicos, dinero en efectivo y divisas extranjeras. Además, en la localidad de Funes (a 18 kilómetros de Rosario) se halló una cocina de droga.