La Cámara de la Construcción pide un acuerdo político ante la violencia en Rosario
Frente a niveles de crímenes inéditos, los diversos sectores productivos de la región emiten su mensaje de alerta ante un índice de violencia que no cesa. Además, hacen hincapié en la necesidad de un “acuerdo político” para tratar de solucionar esta problemática.
El año arrancó con un recrudecimiento de la violencia en Rosario. Crédito: Marcelo Manera
Los altos niveles de violencia que vienen azotando a la ciudad de Rosario se cuelan en las agendas de los diversos organismos productivos de la ciudad. La preocupación y las advertencias sobre lo que podría suceder en caso de que no se tomen cartas severas en el asunto son moneda corriente, al punto de que la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) emitió un comunicado al respecto.
Es que solamente en 2022 hubo 288 homicidios y en lo que va del año los crímenes superaron la alarmante cifra de 60, según el Observatorio de la Seguridad Pública de Santa Fe. A su vez, las balaceras extorsivas se sostienen diariamente generando terror en la población en su totalidad.
Mariano Schor, titular de la firma Dyscon y presidente de la Cámara Argentina de la Construcción delegación Rosario expresó a Mirador Provincial que “es necesario que haya un acuerdo político unificado para poder afrontar esta problemática”.
Se avecinan las elecciones y Schor entiende que “sin importar quien gobierne” es “fundamental” que se pongan “de acuerdo” en lo que van a hacer para poder frenar los altos niveles de inseguridad y de violencia extrema que golpean a la ciudad.
El referente de CAMARCO señaló que “este tipo de situaciones desalientan muchísimo las inversiones”. Es que muchos empresarios lo piensan dos veces antes de volcarse a desembolsar en Rosario ante un contexto que es totalmente desfavorable.
“Antes todos los estudiantes venían a la ciudad para formarse y eso movía toda una rueda desde lo inmobiliario hasta lo micro, pero ahora muchos están eligiendo ir a otros lugares, lo cual implica un impacto negativo en la producción local”.
Para Schor en Rosario se está dando “un combo explosivo”. Resulta que la inseguridad combinada con la extrema sequía que está desangrando al campo, “provoca que los flujos de dinero que se invertían, dejen de llegar con las altas consecuencias que seguramente veremos este año”.
CAMARCO emitió un comunicado oficial en el que pretenden hacer llegar de forma directa su mensaje y su alerta ante la ola de crímenes que atraviesa la región. En su mensaje dejan en claro la necesidad de un “acuerdo político” y de que la salida “es trabajando” y con “más ofertas de trabajo”.
"Estamos plenamente convencidos que para comenzar a encontrar la solución, necesitamos con urgencia un acuerdo político que genere un plan estratégico de seguridad para Rosario, en el que estén comprometidos tanto el gobierno nacional, como el provincial y el local, y se involucren los tres poderes de cada estado", detalla la comunicación de CAMARCO.
"Esta entidad, junto a más de 40 organizaciones de la sociedad civil, se ha movilizado a través de la Multisectorial por la Paz, y estamos participando además de otros espacios no sólo reclamando, sino haciendo aportes y mostrando una férrea unidad que esperamos contagie. Nuestro sector contribuye de manera significativa con oferta de trabajo formal, que es el camino para enfrentar la desigualdad, la pobreza y el delito", continuan desde la entidad.
En este marco, el martes pasado, se llevó a cabo una reunión entre el Intendente Pablo Javkin con la Multisectorial por la Paz, que convocó la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y que tiene a la Bolsa de Comercio de Rosario como impulsor. Del encuentro participaron más de 40 organizaciones de la ciudad con el objetivo de plantear acciones conjuntas en la prevención y el combate del delito.
"Nuestra sociedad no acepta más enconos y acusaciones cruzadas; desea de una vez por todas amanecer con una ciudad y un país unidos, con consensos, con la única finalidad de tomar el rumbo de una sociedad segura, amable y predecible", concluyen.