Este lunes, una mujer fue imputada por la sustracción de celulares utilizando un mismo ardid: pedía un vaso de agua a sus víctimas, para distraerse y hacerse con sus pertenencias.
A la mujer también le atribuyeron haber accedido a la cuenta de una conocida billetera virtual de una de las víctimas y transferido más de 400 mil pesos.
Este lunes, una mujer fue imputada por la sustracción de celulares utilizando un mismo ardid: pedía un vaso de agua a sus víctimas, para distraerse y hacerse con sus pertenencias.
Se trata de Ludmila Berenice D.C., de 25 años, a quien la fiscal Rosana Marcolín atribuyó los delitos de “tentativa de hurto”, “hurto” y “estafa”, todos cometidos en la ciudad de Santa Fe.
La audiencia se realizó ante la jueza Rosana Carrara, y contó con la presencia del defensor público Javier Casco. Según lo acordado entre las partes, la prisión preventiva se discutirá el miércoles.
Según lo relatado por la fiscal durante la audiencia, el 20 de diciembre por la siesta la imputada se acercó a una obra en construcción ubicada en Javier de la Rosa al 3600. Se acercó a un trabajador y le pidió un vaso de agua.
Fue así como logró distraer al hombre, que dejó su lugar para ir a buscar lo solicitado. Entonces, la mujer aprovechó para sustraer el teléfono Samsung J2 de la víctima.
Cuando el hombre se dio cuenta de lo que había sucedido, salió a buscarla, logrando darle alcance en la intersección de Javier de la Rosa y Aristóbulo del Valle. Si bien no consiguió recuperar su teléfono, la víctima vio que el mismo estaba dentro del bolso de la ladrona. Llamó al 911, que envió un patrullero en busca de la mujer.
Fue aprehendida momentos más tarde, sentada en el suelo apoyándose en un árbol. Detrás del mismo, había escondido el celular, que fue secuestrado y devuelto a su dueño.
Según la atribución delictiva, semanas más tarde, el 13 de enero alrededor de las 18, la mujer volvió a utilizar la misma estrategia. Esa vez se hizo presente en una carpintería de Ayacucho al 2200.
Tras poner en marcha la maniobra de distracción, logrando que el carpintero se fuera a buscarle un vaso de agua, la mujer tomó el celular y las llaves que vio sobre una mesa. Cuando el hombre se percató de lo ocurrido, siguió a la mujer y le pidió que le devolviera sus cosas. Ella negó tenerlas en su poder.
Unos días más tarde, la víctima ingresó a su cuenta de Mercado Pago y descubrió que el mismo día que su celular fue robado, se realizó una transferencia desde su cuenta por un valor de $ 473.000 .
El 17 de enero, el carpintero volvió a ver a la mujer. Junto a un hombre, ingresaba a una vivienda lindera. Rápidamente llamó a la policía, que la aprehendió. Por disposición de la fiscal Marcolín, Ludmila Berenice D.C quedó detenida y fue imputada. El miércoles se definirá si continúa tras las rejas.
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