Armado, en moto sin patente y con un niño de acompañante en barrio Los Troncos
Llevaba una pistola 9 mm que perteneció a la policía de Santa Fe y nunca fue denunciada como robada.
Trató de escapar de la policía que le dio la voz de “alto”. Hubo una breve persecución y fue apresado cerca de su casa, en medio de un tumulto de vecinos. FOTO: Google Street View
Un delincuente primerizo firmó su primera condena a tres años y medio de prisión -de cumplimiento efectivo- como autor del delito de “portación ilegítima de arma de fuego de guerra”, por un hecho ocurrido en junio del año pasado, en las calles del barrio Los Troncos, en la ciudad de Santa Fe.
La sentencia fue dictada el viernes 1° de septiembre por el juez penal Gustavo Urdiales, en un juicio abreviado alcanzado por el fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Arturo Haidar y el defensor particular Ramiro Carrasco, en representación de Kevin Agustín Peralta (21).
Producto del operativo se secuestró una pistola semiautomática marca FM Browning con numeración suprimida, calibre 9x19 mm. FOTO: Archivo El Litoral
Como dato llamativo surge que el arma secuestrada, una pistola semiautomática marca FM Browning con numeración suprimida, calibre 9x19 mm es de propiedad de la Policía de la Provincia de Santa Fe y sin embargo no existe denuncia por robo o extravío de parte del funcionario al que le fue asignada 25 años atrás.
Descartó el arma
El hallazgo del arma en cuestión se produjo el sábado 18 de junio de 2022, cuando a las cinco y veinticinco de la tarde una patrulla da la voz de “alto policía” a un motociclista que circulaba por las calles Grierson y José Cibils, en la zona norte de la capital provincial.
A los uniformados les llamó la atención que el conductor giró bruscamente y aceleró en sentido contrario al ver el móvil, lo que derivó en una breve persecución que culminó a unos 200 metros, en inmediaciones de la calle Troncoso y Gorriti, a metros de la casa del perseguido.
Peralta finalmente acató la orden, bajó de la moto y se tiró al piso, descartando en la maniobra un arma de fuego de grueso calibre, según consta en el acta policial que llevó a juicio la fiscalía.
Con el sobrino
Pero la detención no fue pacífica, porque pronto en el lugar comenzaron a llegar vecinos, que hostigaron al personal policial que a esa altura tenía retenidos a Peralta y a un niño de unos 6 años, que sería su sobrino.
Tal fue el tumulto, que los agentes que aguardaban refuerzos terminaron cediendo al menor a una mujer que lo reclamaba y que luego se supo sería su abuela. El pequeño iba como acompañante, montado detrás de su tío, que manejaba una Honda CBX 250 c.c. blanca, sin patente, y llevaba el arma calzada en la cintura.
Conducta peligrosa
Durante la audiencia del pasado viernes, el fiscal Haidar destacó que aunque se trata de una persona joven y sin antecedentes penales, la de Peralta resultó una conducta altamente peligrosa: no sólo en relación a “la portación de un arma de grueso calibre, municionada con once cartuchos intactos del mismo calibre y uno en recámara”, sino porque además fue “a plena luz del día, desplazándose a bordo de una motocicleta sin chapa patente en una zona altamente transitada de la ciudad”.
En cuanto a la moto, no tenía pedido de secuestro a pesar de circular sin patente. Una situación similar ocurre con el arma, ya que “un informe del Registro Provincial de Armas (RePAr) señala que la pistola semiautomática secuestrada pertenece al patrimonio de la Policía de la Provincia de Santa Fe desde el 27 de agosto de 1998” y lo más llamativo es que “no posee pedido de secuestro activo a la fecha” asentado en dicho registro, proporcionado por la Agencia Nacional de Materiales Controlados.
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