Bagnato aseguró en declaraciones a Télam que "este es un aniversario muy difícil y particular" porque es el primero luego del fallecimiento de Norma Calzaretta (91), su abuela y "gran compañera", quien lo crió tras el crimen de sus padres y sus hermanos y murió en junio del año pasado.
"Obviamente las fechas son fechas y todos los días de mi vida me faltan mis viejos y mis hermanos, pero es inevitable no remontarse a ese día, acordarme de lo que hice, de cuál fue el último momento en que los vi y estuve con ellos", explicó Bagnato, quien actualmente integra el Observatorio de Víctimas de Delitos.
Además, contó que vive estas épocas con preocupación porque en agosto próximo, el hombre condenado por el crimen múltiple, Fructuoso Álvarez González, tendrá por cumplida su condena y recuperará su libertad.
Álvarez González había sido condenado a prisión perpetua en 1995 por el incendio y crimen, y aunque en 2004 consiguió ser extraditado a España, fue liberado y recapturado en Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Matías Bagnato y a su abuela.
"Es un psicópata que no tiene ningún tipo de recuperación, como demostró cuando salió libre y me amenazó, y porque en los estudios disciplinarios del penal de Ezeiza, donde está detenido, dice claramente que no tiene arrepentimiento ni empatiza con el dolor ajeno, que demuestra un marcado desprecio y odio hacia mi persona", manifestó Matías.
"Está por cumplirse su condena, esta falsa prisión perpetua a la que fue condenado, y la verdad que me toca en un momento en que ni sé cómo enfrentar esto nuevo que viene ahora, que es su libertad", agregó.
Bagnato también remarcó que está "muy cansado" ya que "son muchos años de estar mendigando justicia para intentar vivir tranquilo y por lo menos descansar desde ese lado".
"Que no exista una prisión perpetua para estos casos tan aberrantes es lo que nos revictimiza constantemente y nos pone en un lugar de no poder cerrar nunca esta herida en lo que tiene que ver con la justicia, el dolor de la ausencia iba a estar eternamente, pero tendría la tranquilidad de que este monstruo no iba a salir nunca más del penal", dijo.
Y en ese sentido, concluyó: "Hoy a la mañana, cuando leía los mensajes que me mandaban en las redes sociales, pensaba que tengo que seguir intentando que tanto dolor que llevo dentro por las vidas de ellos, que se perdieron de esta forma, tienen que servir para vivir en una Argentina más justa y para generar ese cambio".
La "Masacre de Flores" ocurrió el 17 de febrero de 1994 cuando se originó un incendio en una casa de la calle Baldomero Fernández Moreno y Pumacahua, en el barrio de Flores, y murieron José Bagnato (42); su esposa Alicia Plaza (40); sus hijos Fernando (14) y Alejandro (9) y Nicolás Borda (11), un amigo del menor de ellos que esa noche se había quedado a dormir.
Los investigadores determinaron que el incendio había sido originado de manera intencional por Álvarez González, ex socio de José Bagnato, quien arrojó dos bidones con combustible y encendió el fuego.
Matías hoy forma parte del Observatorio de Víctimas de Delitos junto a familiares de otras víctimas de casos de violencia, entre ellos de Ángeles Rawson, de la tragedia de Once y de Cromañón.
Gracias al impulso del observatorio, fue sancionada la Ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, mediante la cual se creó el Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos para asistir y asesorar tanto a familiares como a víctimas de hechos de violencia.