Desde siempre y en todo el mundo se define al monóxido de carbono como un "asesino silencioso".
La Agrupación de Bomberos Zapadores y gasistas organizaron una capacitación para peritos de toda la provincia. Sus autoridades hicieron hincapié en la necesidad de tomar medidas de prevención para evitar tragedias.
Desde siempre y en todo el mundo se define al monóxido de carbono como un "asesino silencioso".
Este gas venenoso ganó su fama y la sostiene por la gran cantidad de víctimas que genera, fundamentalmente en épocas invernales. No se puede ver y no tiene olor. Cualquier calefón, termotanque, calefactor o cocina a gas puede generarlo.
Basta que una pequeña pelusa tape el conducto que aporta oxígeno al inyector. Si a eso le sumamos una mala ventilación del ambiente, la trampa mortal estará activada. La única forma de evitar una muerte segura es la prevención y sobre eso hacen hincapié las autoridades de la Agrupación de Bomberos Zapadores (ABZ) de Santa Fe y la Cámara de Gasistas de Santo Tomé.
"El año pasado tuvimos en la ciudad de Santa Fe cuatro víctimas fatales por intoxicación con monóxido de carbono. Eso nos obliga a redoblar los esfuerzos para concientizar a la sociedad sobre el gran riesgo que se corre cada invierno, cuando nos encerramos en nuestros hogares por el frío", señala el subcomisario Rubén Massoni, jefe del Área Técnica de la ABZ de la Unidad Regional I.
"Cuando hay un problema de monóxido de carbono, hay muchas posibilidades de que eso tenga un desenlace fatal, porque es un gas inodoro, incoloro, insípido y te va durmiendo. La persona afectada va acusando ciertos dolores, descomposturas, cansancio excesivo. En uno de los casos ocurrido el año pasado, las víctimas acusaban estos malestares, a tal punto de que los chicos terminaron internados días antes del momento trágico. Los médicos no encontraban el origen de la intoxicación. Se estaban envenenando al respirar en su propio hogar", cuenta el arquitecto Adrián Slavner, presidente de la Cámara de Gasistas de Santo Tomé.
"Los síntomas son similares a otras enfermedades típicas de la época invernal, como el resfrío o la gripe. Nosortos tenemos pericias en otro caso de desenlace fatal, una persona que se descompuso y pensaron que había sufrido un ACV", reafirma Massoni.
El bombero recordó otro caso del año pasado, cuando dos personas no murieron por milagro. "Taparon las rejillas con bolsitas de nailon por el frío y se salvaron porque llegó el padre de uno de ellos y abrió para ventilar. Era un matrimonio joven con dos hijos pequeños", dijo.
"El remedio para una intoxicación con monóxido de carbono es una alta dosis de oxígeno, o sea que es muy barato tratarlo… el tema es diagnosticarlo", concluyó Slavner.
"Estamos detectando muchos taponamientos de conductos de evacuación de gases de los calefones (chimeneas), de los caños verticales con nidos, bolsitas, pelotitas de ping pong o de tenis, escombros. Eso hace que el conducto no funcione y todos los gases de la combustión retornen al ambiente y eso es potencial veneno", explica el representante de los gasistas.
"Mínimamente -agrega-, es necesario hacer un control anual. Y eso es trabajo de alguien capacitado, un gasista matriculado. Existen detectores de monóxido eléctricos, pero eso implica mayor inversión y mucha gente no puede acceder a esa tecnología. Un matriculado es el único que puede hacer la revisión a conciencia de cada detalle de riesgo".
Massoni y Slavner encabezan el curso "Investigación Pericial en Instalaciones y Artefactos a Gas" que se realiza en el céntrico cuartel de bomberos de la capital provincial.
El año pasado se dictó el nivel básico, pero considerando los accidentes domésticos por liberación de monóxido de carbono y principios de incendios domiciliarios. En esta oportunidad, unos 80 efectivos acceden a un "nivel avanzado", en el que se aporta información sobre logística, análisis de hechos y reglamentación, entre otras cuestiones.
Participan del curso uniformados de Santa Fe, Vera, Rosario, San Lorenzo y Rafaela.
"Las familias deben tomar recaudos. No tapar rejillas de ventilación. Llamar sólo a gasistas matriculados. Deben estar atentas al color de la llama. Si es azul está todo bien. Cualquier otro color es signo de peligro. La gente debe tomar conciencia de la importancia de invertir en seguridad. Por ahorrar unos pesos se puede poner en peligro la vida de seres queridos", reflexionó Sixto Daniel Herrera, primer vocal de la Cámara.
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