Un hombre de la localidad de Arana, ciudad de La Plata, denunció ante las autoridades policiales que dos operarios que colocaban postes le sustrajeron del patio de su casa un frasco con oro que había enterrado con el propósito de resguardarlo.
La víctima descubrió que le habían robado “un frasco de vidrio” que había enterrado en el jardín a unos 10 centímetros de profundidad con medio kilo de pepas de oro.
Un hombre de la localidad de Arana, ciudad de La Plata, denunció ante las autoridades policiales que dos operarios que colocaban postes le sustrajeron del patio de su casa un frasco con oro que había enterrado con el propósito de resguardarlo.
La víctima es un empleado municipal, quien contrató a dos personas para que realizaran el trabajo de instalación de postes en su vivienda, dentro de un barrio cerrado ubicado entre las calles 635 y 131.
Más tarde, descubrió que le habían robado “un frasco de vidrio, del tipo café, que estaba envuelto en una servilleta de papel” que había enterrado en el jardín a unos 10 centímetros de profundidad con medio kilo de pepas de oro.
De acuerdo con el damnificado, oriundo de Pehuajó pero instalado en Arana hace muchos años, el robo de las “pepas de oro” habría sido planificado por al menos dos personas, identificadas por él y cuyas características además fueron aportadas en su denuncia.
Se supo que el oro sustraído está valuado aproximadamente en 45 mil dólares estadounidenses, dinero que el hombre tenía pensado para la compra de un departamento para su hijo.
A pesar de las medidas de seguridad que los ciudadanos de La Plata han implementado en el último tiempo; como alarmas, cámaras, rejas más altas, doble o triple candado, entre otros ejemplos, siguen viviendo situaciones de inseguridad. Ahora, los vecinos se encuentran conmocionados con un caso que parece ser sacado de una película.
“Ningún familiar mío ni persona ajena sabía de la existencia de ese oro, mucho menos de que yo lo había ocultado allí (en el patio de su casa). Lo tenía para en un futuro comprar un departamento a mi hijo”, sostuvo el hombre.
En su declaración, el hombre explica que meses atrás había enterrado el frasco con oro a “10 centímetros de profundidad” en su patio trasero. Tiempo después, más precisamente en marzo de 2024, dos personas de sexo masculino comenzaron a trabajar en las inmediaciones del barrio para varios vecinos colocando postes en la cuadra.
También mencionó que había entablado una “buena relación” con dichos sujetos, tanto así que los contrató para que realicen trabajos en su casa. “Ellos dos escarbaron la tierra para colocar un poste, justamente en el patio trasero de mi vivienda, donde estaba el frasco, que en ese momento no recordé”, detalló.
Según informaron medios locales, el hombre admitió que se dio cuenta de que algo extraño ocurría porque, una vez terminado el trabajo, los operarios regresaron a su casa para mover el poste "porque no iba a tener señal”.
Tras esta última visita, el denunciante dijo que “nunca más los volvió a ver” y que intentó contactarlos. “Los llamé para que me lo devuelvan, me lo negaron y no me contestaron más”, afirmó. La víctima del robo se animó a hacer la denuncia, y ahora el caso se encuentra bajo investigación.
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