Este jueves, en horas de la mañana, la Policía de Acción Táctica (PAT) sorprendió a un hombre de 43 años, de nombre Agapito, mientras acarreaba un pesado cartel nomenclador de calles de la zona norte de la capital provincial.
Un hombre de 43 años fue demorado este jueves por la Policía de acción Táctica (PAT), mientras se llevaba completa la señalética de la esquina de Peñaloza y Padre Genesio.
Este jueves, en horas de la mañana, la Policía de Acción Táctica (PAT) sorprendió a un hombre de 43 años, de nombre Agapito, mientras acarreaba un pesado cartel nomenclador de calles de la zona norte de la capital provincial.
El sujeto, que reside en la villa de Las Flores, fue aprehendido e identificado por "hurto simple", con conocimiento de la fiscalía en turno. Un delito menor, por un hecho en apariencia intrascendente, pero cuya víctima es "la sociedad" en el sentido más amplio.
¿Qué pasa por la cabeza de un ciudadano que mientras recorre las calles decide tomar un elemento de la vía pública, en este caso, un cartel señalizador? ¿Qué fue lo que se le ocurrió a este hombre de mediana edad, para cometer el acto vandálico, tal vez sin imaginarse que ello tendría consecuencias?
Como lo indica la imagen, se trata de la columna completa con los dos chapones señalizadores de la esquina de la avenida Peñaloza 7300-7400 y la calle Padre Genesio 4000-4100, una zona donde confluyen los barrios Las Flores, San Martín y San José.
El accionar delictivo fue advertido por los vecinos de la zona, porque no ocurrió en horas de la madrugada, amparado por la soledad de la nocturnidad. Faltaban minutos para el mediodía de un jueves feriado, pero con mucho movimiento, cuando Agapito se alejaba de la esquina ya sin nombre acarreando el caño azul imaginando qué destino le daría al llegar a su casa.
Fue uno de todos esos transeúntes despreocupados quien se tomó un minuto, sacó su celular del bolsillo y marcó el 911 para dar aviso de aquello a que sus ojos no podían dar crédito: "¡se estaban robando una señal de tránsito, a plena luz y en la avenida!".
Desde la Central de Emergencias comisionaron a las unidades que patrullaban la zona y le encomendaron la tarea de búsqueda e identificación al personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) que no demoró en llegar.
No fue difícil hallarlo. Cuatro cuadras al oeste de Peñaloza, en Pasaje Paraná al 7200, los uniformados le dieron la voz de "alto" al sujeto que caminaba tranquilamente por la villa de Las Flores en el cartela cuestas.
Al advertir que los policías se acercaban a él, Agapito soltó el cartel y trato de seguir disimuladamente. Pero no pudo recorrer más que algunos metros hasta que lo alcanzaron.
Desconcertados por el secuestro de la estructura metálica, los efectivos que entrevistaron al sospechoso le preguntaron qué hacía con eso.
Rápido de reflejos, lo primero que atinó a contestar Agapito era que "me lo encontré tirado", pero pronto la treta quedó al descubierto, al hallar bajo su remera y calzado en el pantalón un cortafierro, herramienta útil para "talar" la señal.
La siguiente pregunta era obligada: "¿Para qué quiere un cartel en su casa?". Y entonces sí, Agapito se sinceró ante los policías y confesó que "lo juntó para armar un banco en su casa", dándole algo de sentido a este episodio, entre curioso y tragicómico, de los que suelen ocurrir en las calles de esta calurosa ciudad.
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