En la mañana del domingo, un hecho conmocionó al barrio Loyola Sur, en la zona noroeste de Santa Fe. Lo que comenzó como la denuncia de un robo millonario pronto dio un giro inesperado, añadiendo una cuota más de incertidumbre a la cuestión.
Un hombre había reportado la desaparición de mas un millón de dólares de su departamento pero luego aseguró que la suma sustraída era considerablemente menor.
En la mañana del domingo, un hecho conmocionó al barrio Loyola Sur, en la zona noroeste de Santa Fe. Lo que comenzó como la denuncia de un robo millonario pronto dio un giro inesperado, añadiendo una cuota más de incertidumbre a la cuestión.
La víctima, un hombre de 56 años, denunció inicialmente que al regresar a su hogar a las 6 de la mañana, tras haber pasado la noche fuera, encontró la puerta de su departamento interno violentada. Al ingresar, se topó con un escenario desolador: su vivienda completamente revuelta y la desaparición de un maletín en el que, según su declaración inicial, guardaba 1.300.000 dólares. Además, advirtió la falta de la caja DVR que contenía las grabaciones de seguridad de la propiedad.
La policía fue alertada de inmediato. Efectivos del Comando Radioeléctrico se hicieron presentes en Pasaje Echagüe y Andía al 6100, junto con peritos de la PDI. Durante la inspección, constataron los daños en las puertas de ingreso y de una de las habitaciones, además del desorden generalizado. En el lugar, los especialistas habrían observado indicios claves para la investigación.
Sin embargo, el caso dio un vuelco significativo horas después. Ya en la tarde del domingo, el hombre fue llevado nuevamente a la sede policial donde rectificó su denuncia.
Esta vez aseguró que la suma sustraída era considerablemente menor: dentro de la caja faltante había 120.000 dólares, divididos en 12 fajos de billetes de 100, y 400.000 pesos, que había recibido recientemente como parte de una indemnización.
El cambio en la declaración ha puesto en alerta a los investigadores. Mientras intentan determinar los motivos detrás de esta variación, también se concentran en reconstruir los movimientos previos y posteriores al robo. Según fuentes confiables, en el departamento funciona además un comercio, un dato que podría haber llamado la atención de los delincuentes.
Por ahora, los pesquisas analizan varias hipótesis. Una de ellas sugiere que el hecho podría haber sido planificado con información previa. El horario del ataque, el modo de ingreso y el desorden deliberado refuerzan la idea de que los autores conocían detalles clave sobre las finanzas de la víctima y los puntos vulnerables de la vivienda.
Los investigadores no descartan nuevas revelaciones que puedan arrojar luz sobre este supuesto "escruche", mientras intentan identificar a los responsables y recuperar el dinero sustraído.
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