Sebastián Andrés "Pepe" Bramuel (41) y su mujer Vanesa Raquel "Gringa" Amable (37) tenían un almacén en barrio La Orilla de Esperanza, ciudad cabecera del departamento santafesino de Las Colonias. No obstante, el "negocio" era sólo la pantalla de un importante búnker en el que se vendían importantes cantidades de drogas ilegales. La pareja quedó en la mira de la Justicia el año pasado, en un episodio por demás de llamativo. Este lunes, ambos fueron condenados por tenencia y comercialización de estupefacientes.
La investigación arrancó en marzo de 2022, más precisamente en la mañana del día 21, luego de que los ahora sentenciados sufrieran un asalto. Fue la misma Amable la que llamó a la policía para pedir ayuda. Una banda de delincuentes entrerrianos les había robado una fortuna: 19 mil dólares y 9 millones de pesos.
Los uniformados actuaron con celeridad e interceptaron poco después a dos de los cinco ladrones, cuando escapaban por la ruta provincial 70, antes de llegar a la circunvalación oeste de la ciudad de Santa Fe. En su poder tenían $ 4.637.400 dentro de una bolsa y dos panes de cocaína pura.
Con el correr de los días, la Justicia Federal pudo dar con el resto de los miembros de la banda, integrada por: Andrés Gustavo Fernández (58), Eduardo Daniel Tarsia (66), Maximiliano Atilio Damián Casala (35), Damián Suárez Puigarnau (27) y Cristian Alberto Rivero (49), este último, empleado de la Municipalidad de Paraná. Los cinco quedaron implicados en una causa federal, por el transporte de estupefacientes, y en otra provincial, por el asalto.
Alarma
El monto denunciado como robado en el almacén y la droga hallada a los delincuentes encendió las alarmas y -apoyado en una denuncia anónima- una semana más tarde el fiscal federal santafesino Gustavo Onel pidió profundizar la investigación. Se apoyó en la Gendarmería Nacional Argentina.
Con escuchas telefónicas, tareas de observación y también diversas medidas de inteligencia, los detectives fueron haciendo una radiografía del "negocio" de la familia Bramuel.
Todo desembocó en un allanamiento al local que tomó totalmente desprevenidos a los sospechosos y arrojó un resultado contundente: se secuestraron 969 dosis de cocaína, un pan y dos trozos compactos de la misma sustancia (3,127 Kg.); una pequeña muestra de marihuana (0,885 gramos), y dinero en efectivo por $ 3.365.485 y U$S 700.
También se incautaron en el lugar 3 teléfonos celulares, una balanza de precisión, una máquina para contar billetes, dos armas de fuego -1 escopeta calibre 16 y 1 revolver calibre 32 cargado-, una camioneta Ford Ranger y dos motos -Honda XR 250 y Corven Energy 110-.
Bramuel dormía cuando irrumpieron los uniformados y fue inmediatamente esposado. Igual suerte corrió su mujer, que no estaba entonces pero llegó voluntariamente poco después al inmueble, mientras todavía se realizaba el operativo.
Condenas
En el juicio quedó demostrado que la despensa era una "máscara" para poder vender estupefacientes sin despertar sospechas. Durante la investigación, se comprobó que el local era visitado por personas domiciliadas en la zona céntrica y que estos clientes nunca salían con bolsas o paquetes de mercadería.
El Tribunal Oral Federal de Santa Fe resolvió entonces condenar a Sebastián Andrés "Pepe" Bramuel a la pena de seis años de prisión y a su mujer Vanesa Raquel "Gringa" Amable a cuatro años de prisión. Además, ordenó el decomiso del dinero y los vehículos secuestrados en los allanamientos.
De tal palo
Sobre el fin del año pasado, el menor de los hermanos Bramuel también fue atrapado en Esperanza con estupefacientes en sus manos.
El procedimiento fue realizado por efectivos antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) del departamento Las Colonias.
Rubén Bramuel, que en ese momento tenía 27 años, fue aprehendido en un allanamiento realizado en su casa de la calle Franck al 1300, entre Rivadavia y Belgrano.
A la vuelta, en calle Belgrano al 6200 -entre Providencia y Franck- los uniformados atraparon a una mujer de 26 años, identificada como N.C. Mustafá (30).
En ambos domicilios la policía halló material estupefaciente, ratificando así las tareas de inteligencia desplegadas desde mediados de septiembre a raíz de una serie de denuncias anónimas en el Buzón de la Vida.
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