Máximo Thomsen, uno de los condenados a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa, compartió un mensaje reflexivo sobre la violencia juvenil y la efectividad de las "condenas ejemplares".
El brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, registrado en cámaras y presenciado por decenas de testigos, no solo dejó una profunda herida en la comunidad, sino que también reabrió el debate sobre la violencia juvenil, la justicia y la convivencia social.
Máximo Thomsen, uno de los condenados a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa, compartió un mensaje reflexivo sobre la violencia juvenil y la efectividad de las "condenas ejemplares".
Mientras la causa judicial avanza en la Suprema Corte bonaerense, los condenados cumplen sus penas en la alcaidía de Melchor Romero, participando en actividades educativas y bajo estrictas condiciones de aislamiento.
A través de su abogado, Francisco Oneto, Máximo Thomsen envió un mensaje en el marco del quinto aniversario del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. En el texto, difundido por el diario Clarín, Thomsen calificó aquella noche como "trágica para todos" y expresó su frustración ante la persistencia de la violencia juvenil.
“Lo que intentaron hacer con nosotros, como una condena ejemplar, no sirvió en lo más mínimo, porque sigue sucediendo y con más frecuencia”, manifestó, cuestionando el impacto social de las sentencias dictadas en el caso.
Además, describió su vida en prisión, donde recibe apoyo familiar, seguimiento psicológico semanal y participa en actividades destinadas a los internos.
Los ocho condenados permanecen detenidos en la alcaidía de Melchor Romero, donde cumplen sus penas bajo estricta vigilancia. Distribuidos en celdas de a dos, conviven sin conflictos significativos y tienen acceso a visitas semanales.
Entre las actividades educativas que realizan, destaca un programa de alfabetización jurídica, que aborda temas como derecho penal, deconstrucción de masculinidades y violencia en contextos de encierro. Según informaron fuentes penitenciarias, estas iniciativas buscan fomentar la reflexión y brindar herramientas para su reinserción.
El caso, que conmocionó al país tras el asesinato de Báez Sosa el 18 de enero de 2020, continúa en manos de la Suprema Corte bonaerense. Los jueces deben resolver planteos sobre las calificaciones penales y otros recursos presentados por las partes.
En febrero de 2023, el Tribunal Oral N° 1 de Dolores condenó a prisión perpetua a cinco de los jóvenes como coautores del homicidio, mientras que tres recibieron penas de 15 años como partícipes secundarios. Aunque la Sala II del Tribunal de Casación Penal bonaerense modificó algunos agravantes, las penas permanecieron sin cambios.
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