Quedaron presos los dos imputados por golpear y dejar en coma a una mujer en Monte Vera
Vilma Morales, de 69 años, continúa internada en terapia intensiva debido a las graves lesiones que sufrió en su cabeza, cuando su hijo y otros dos hombres la agredieron para robarle.
Quedaron en prisión preventiva los dos hombres que fueron imputados por haber agredido a Vilma Morales la semana pasada en su casa de Monte Vera, con el objetivo de robarle. Uno de ellos es hijo de la mujer, quien debido a la gravedad de sus heridas continúa internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital José María Cullen.
Ezequiel Sukliet y Norberto Toñanez, alias “Fory” y “Paraguayo”, fueron imputados como coautores de “robo agravado por ser perpetrado con arma y por causarle a la víctima lesiones graves". Un tercer cómplice ya fue identificado y permanece prófugo.
Este miércoles, la jueza Rosana Carrara dispuso que Sukliet y Toñanez permanezcan encarcelados mientras la investigación avanza, acreditando la existencia del peligro de fuga y entorpecimiento probatorio.
Intervino la jueza Rosana Carrara. Foto: Flavio Raina
Al frente de la investigación estuvo la fiscal Luciana Escobar Cello, que realizó las atribuciones delictivas y luego pasó la causa al fiscal Gonzalo Iglesias, quien solicitó la imposición de las cautelares. La misma fue resistida por el defensor público Sebastián Amadeo, que ofreció medidas no privativas de la libertad.
Con un “sapito”
El martes de la semana pasada una vecina de Monte Vera se comunicó con la policía para solicitar asistencia en la casa de Vilma, ubicada en calle Rivadavia al 5500, y replicó lo que le había dicho “Fory": que la víctima se había caído y golpeado la cabeza.
Cuando los agentes arribaron al lugar se encontraron con una escena dantesca. El hombre de 34 años sostenía en brazos a su madre, que yacía en un charco de su propia sangre. La presencia de los uniformados alteró a "Fory", que esperaba que la vecina sólo pidiera una ambulancia.
La mujer fue trasladada de urgencia, y al examinar los médicos indicaron que sus lesiones no eran consistentes con las de una caída, sino que había sido golpeada al menos tres veces con un objeto contundente. Fue entonces que la policía se apresuró a buscar al hijo, que no había acompañado a su madre hasta el nosocomio.
Cuando llegaron a la casa, el imputado ya había limpiado la escena del hecho. Visiblemente alterado, intentó desligarse de lo ocurrido, y mientras repetía que su madre se había caído “por andar en ojotas” también señaló “ahí está el sapito con el que el pegaron”, señalando el sapo de cemento que tenía manchas de aparente sangre, y fue secuestrado para peritar.
Entre tres
Hasta el momento, la fiscalía logró reconstruir que ese día, entre las 19 y las 19.30, "Fury" arribó a la casa de su madre junto al "Paraguayo" y otro sujeto, apodado "Pepi". Éste último ya fue identificado y sobre él pesa una orden de detención.
El caso es llevado adelante por el fiscal Gonzalo Iglesias. Crédito: El Litoral.
Los tres ingresaron a la vivienda y agredieron a Vilma con un sapito de cemento que habían encontrado en el patio. Los golpes fueron dirigidos a la cabeza de la mujer, que sufrió múltiples heridas y a casi una semana del hecho todavía pelea por su vida.
El fin era reducirla, para así poder sustraer de la vivienda dinero en efectivo, un reloj, una riñonera, una bandolera, un conjunto deportivo y un celular marca TCL. Luego, el hijo de la víctima se quedó en el lugar y sus cómplices se dieron a la fuga.
Vecinos vieron a “Paraguayo” y “Pepi” huir de la casa de Vilma, perdiendo algunas cosas en su afán de fugarse rápidamente del lugar. Dichos elementos fueron reconocidos por hijos de la víctima
Presos
Los hijos de Vilma dijeron que su madre le tenía prohibido a “Fory” ingresar a su casa porque le tenía miedo, que su vínculo no era bueno porque él “le mangueaba plata constantemente” y robaba, y que había llegado a amenazar a su madre con un cuchillo.
También se refirieron al consumo problemático de estupefacientes que afecta a su hermano, el cual sería el motivo por lo que el hombre delinquía. “Robaba y se drogaba”, sostuvo su hermana, “es un mentiroso”.
El fiscal Iglesias señaló que la pena en expectativa para ambos imputados varía entre los 5 y los 15 años de prisión, y sostuvo que la privación de la libertad sería la única medida capaz de mitigar los riesgos procesales latentes: fuga y entorpecimiento probatorio.
La cautelar fue rechazada por la defensa, que ofreció una serie de medidas alternativas. Las mismas fueron consideradas insuficientes por la magistrada, por lo que resolvió disponer la prisión preventiva de ambos imputados.
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