El proceso de canonización de la Hermana Cecilia María de la Santa Faz sigue generando emociones profundas en la comunidad de Santa Fe.
El superior de la orden religiosa ofreció declaraciones a El Litoral que destacan la relevancia actual de la vida espiritual y cotidiana de Cecilia María Sánchez Sorondo, “la carmelita de la sonrisa”.
El proceso de canonización de la Hermana Cecilia María de la Santa Faz sigue generando emociones profundas en la comunidad de Santa Fe.
La religiosa carmelita, conocida por su constante sonrisa y espíritu de serenidad, dejó una huella imborrable en quienes la conocieron durante sus años de servicio en el Carmelo de San José.
En tal sentido, Fray Ricardo Prado, superior de la Orden Carmelita, ofreció declaraciones a El Litoral que destacan la relevancia actual del legado espiritual de la Hermana Cecilia.
"Felices, eh, pero no solo felices por la felicidad de de ella, sino nuestra, porque Cecilia María nos marca que que no vivimos un camino obsoleto", expresó el fraile, señalando que su ejemplo demuestra la vigencia del camino carmelita, que desde el siglo XII sigue dando frutos contemporáneos de santidad.
"Había un Papa que decía que el verdadero cristiano es el perfecto humanista", Fray Ricardo Prado, superior de la Orden Carmelita
Fray Prado también reflexionó sobre el proceso de crecimiento personal que atraviesan los santos: "Los santos se van haciendo en el camino. Quizás no conocí a la Cecilia María final, sino a Cecilia María Juniors, digamos, la parte donde Dios siempre está haciendo. Dios nunca está quieto en nosotros".
Sus palabras resaltan cómo el desarrollo espiritual es un trayecto constante, donde la fe se manifiesta en lo cotidiano.
En relación a la influencia de la Hermana Cecilia más allá de los muros del monasterio, el fraile destacó la presencia de fieles que se acercaron al templo.
"Hay una irradiación que no es marketing", dijo, y subrayó que a pesar de la vida contemplativa de las carmelitas, su espiritualidad trasciende e impacta a la comunidad de manera auténtica y espontánea.
Además, Fray Prado enfatizó la autenticidad de los escritos de la religiosa: "Casi todos los escritos de Cecilia María -como de todos los Santos del Carmelo- no han sido para que se conozcan, son como diarios íntimos", reflexionó.
"Por eso tienen una frescura y una autenticidad inmensa porque no fueron preparados para la aprobación o el agrado de la gente y sin embargo terminan conociéndose", consideró, resaltando la sencillez y profundidad de su espiritualidad, que conecta de manera genuina con quienes la descubren.
Finalmente, el fraile carmelita destacó la alegría que irradiaba la Hermana Cecilia María: "De algún modo en ella se condensa en su sonrisa la alegría de toda la vida religiosa".
El proceso de canonización de la Hermana Cecilia María sigue avanzando, consolidando su figura como un ejemplo de fe y humanidad profunda para la comunidad de Santa Fe y los católicos del mundo. Su legado no solo se manifiesta en sus escritos o testimonios, sino también en la cercanía y felicidad que transmitía, reflejo de una espiritualidad viva y auténtica.
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