El incendio forestal que azota el Parque Nacional Nahuel Huapi desde el 25 de diciembre sigue fuera de control y ya ha devastado más de 6.400 hectáreas, según las estimaciones obtenidas en recientes sobrevuelos.
Brigadistas y equipos especializados intensifican esfuerzos ante el avance del fuego en áreas críticas, con condiciones meteorológicas que complican la situación.
El incendio forestal que azota el Parque Nacional Nahuel Huapi desde el 25 de diciembre sigue fuera de control y ya ha devastado más de 6.400 hectáreas, según las estimaciones obtenidas en recientes sobrevuelos.
El incendio, desatado tras una tormenta eléctrica en la región de Los Manzanos, avanza peligrosamente hacia áreas críticas, mientras brigadistas y equipos especializados redoblan esfuerzos para controlarlo.
Las condiciones meteorológicas adversas han agravado la situación. Este domingo, la llegada de un frente frío con vientos del noroeste, de entre 30 y 40 km/h, y ráfagas que alcanzan hasta los 70 km/h, ha dificultado las labores de control, intensificando la propagación del fuego en las zonas más activas.
Además, una inversión térmica ha reducido la visibilidad en los valles cercanos, incrementando la formación de humo.
A pesar de los intensos esfuerzos, las llamas siguen avanzando por múltiples frentes. En la ladera noreste del Cerro Colorado, el fuego se dirige peligrosamente hacia el istmo que une los lagos Martín y Steffen, una región de gran importancia ambiental.
La prioridad actual es evitar que el incendio cruce el río Manso Medio, que une la Cascada Los Alerces con el Lago Steffen, una medida que podría marcar un punto crítico en el control del siniestro.
El director de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias de Parques Nacionales, Ariel Amthauer, destacó que la situación en Lago Roca y Lago Hess también genera preocupación. “El fuego bajó del Cerro Colorado y está llegando al borde del río Manso Medio.
En algunos sectores logramos detenerlo, pero en otros quema de manera superficial a la altura del suelo”, explicó en declaraciones recogidas por el Diario Río Negro.
Actualmente, cerca de 200 brigadistas trabajan en el lugar, incluyendo equipos del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), guardaparques y voluntarios de la comunidad.
La lucha contra el fuego se intensifica en los sectores de Los Manzanos, Laguna Quetro, Las Melisas y las líneas de defensa próximas a la Casa de Té de la Cascada Los Alerces. En este último punto, un camión cisterna y dos brigadistas se mantienen en alerta permanente.
Un recurso clave en esta labor es un avión anfibio que opera en los lagos Los Moscos, Steffen y el Brazo Tronador del Lago Mascardi. Estas maniobras aéreas permiten cargar agua de forma eficiente, siempre que las condiciones de seguridad lo garanticen.
Sin embargo, por razones extremas de seguridad, las autoridades han restringido todas las actividades náuticas en estos cuerpos de agua, afectando deportes como el kayak, stand up paddle y el uso de embarcaciones recreativas.
El seguimiento también abarca el Cerro Bastión y el Cerro Alcorta, donde el viento podría provocar la formación de nuevas columnas convectivas. Estas columnas incrementan el riesgo de que caigan pavesas y cenizas frías en las áreas adyacentes.
En lo que respecta al Cerro Bastión, las columnas se agrupan en las zonas elevadas, sin representar un peligro inmediato para el Paso Tandil, aunque se mantienen bajo vigilancia continua.
En este contexto, el humo generado por el incendio afectó la visibilidad en la Ruta Nacional 40, que conecta Bariloche con El Bolsón, una vía de gran importancia para el turismo y el comercio local.
Las autoridades han solicitado a los conductores extremar las precauciones, reducir la velocidad y mantener una distancia segura entre vehículos. Aunque la visibilidad es normal en algunos tramos, la acumulación de humo podría complicar la conducción de manera repentina.
Según la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, las condiciones climáticas seguirán siendo adversas en los próximos días, con altas temperaturas y vientos cambiantes que dificulten el control del incendio.
Las autoridades insisten en la importancia de respetar las restricciones y advertencias, como el cierre del acceso al Circuito Cascada Los Alerces y la prohibición de actividades náuticas en los lagos afectados.
Mientras tanto, los esfuerzos continúan para proteger las zonas que aún no fueron alcanzadas por el fuego y minimizar los daños en el ecosistema.
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