Télam, por Camilo José Alves
La evocación de la batalla de la Vuelta de Obligado adquiere este año, acaso por primera vez, la trascendente entidad que le confiere la reivindicación oficial de su verdadera dimensión histórica.
‘Fue una metáfora a cañonazos de la alianza entre sectores de la dirigencia local y los intereses de poderes internacionales en contra de la Patria y de las grandes mayorías, algo que lamentablemente recorre toda la historia de nuestro país“, afirma en diálogo con Télam el historiador Pacho O’Donnell, emparentado por sangre e ideales con aquella gesta.
La batalla se produjo el 20 de noviembre de 1845 en un recodo del río Paraná conocido como la Vuelta de Obligado, cerca de la ciudad bonaerense de San Pedro.
Allí, las fuerzas criollas enviadas por Juan Manuel de Rosas al mando del general Lucio Mansilla, enfrentaron a la poderosa escuadra anglo-francesa que pretendía doblegar la soberanía argentina y asegurarse la libre navegación de los ríos.
Los aliados locales de los invasores, “con tal de recuperar el poder del que habían sido desalojados por Rosas y la ‘chusma, eran capaces de cualquier cosa, aún de actos de traición a la Patria“, sostiene O’Donnell.
Pacho, biznieto de Sabino O’Donnell, a su vez sobrino y médico de Mansilla, a quien asistió tras ser herido en el combate por un golpe de metralla, afirma que la Vuelta de Obligado fue uno de los más importantes hechos militares de la historia argentina.
“Es solamente comparable al cruce de los Andes“, subraya, y destaca que “se trató nada menos que de la defensa de un país alejado, nuevo, pobre, desarmado, contra el ataque conjunto de Inglaterra y Francia, las dos mayores potencias del momento, no punibles en lo militar ni en lo económico“.
El autor de “La Gran Epopeya“, un libro de reciente aparición y gran aceptación entre los lectores, publicado por Editorial Norma, afirma que el tema “es apasionante y está latente desde hace mucho tiempo, porque la Vuelta de Obligado no fue reconocida en su verdadera dimensión debido a que los que escribieron la historia oficial estaban de acuerdo con los invasores“.
En la visión de O'Donnell, las circunstancias que provocaron el combate de la Vuelta de Obligado, no expresan un hecho aislado ni excepcional.
Aquella batalla “puede parangonarse con el tremendo endeudamiento venal de fondos que fueron a parar a bolsillos de extranjeros y de sus socios argentinos y a la venta de las empresas estratégicas del país a capitales foráneos, sin otro propósito que el beneficio para esos intereses y sus cómplices interiores“, afirma.
Luego, al explicar el creciente interés por el tema y el éxito de su investigación, agrega que "como todo lo que permanece escondido pero presente, cuando aflora provoca una gran conmoción“.
A ello suma la celebración del bicentenario de la Revolución de Mayo "tan multitudinaria, espontánea y alegre“, denotativa de la nueva realidad del país y el interés de la juventud que quiere participar del presente porque comienza a entender el pasado.
Resaltó también la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de disponer que el 20 de noviembre sea feriado y se celebre el "Día de la Soberanía Nacional“.
"Es un paso muy largo hacia el encuentro con nuestra verdadera identidad, hacia el orgullo por nuestras capacidades, hacia la conciencia de que podemos afrontar y resolver las situaciones más difíciles.“
"Somos un país de epopeyas“, afirma y sustenta esa última sentencia en gestas como "el cruce de los Andes, la Vuelta de Obligado, el fin de la dictadura militar del 76 y, más recientemente, la resolución de la crisis del 2001 sin ayuda de nadie“.
Mañana sábado, la Presidenta encabezará en la Vuelta de Obligado la ceremonia de inauguración de monumento evocativo de la gesta, creado por el escultor Rogelio Polesello y que conjuga la forma de la estrella federal de ocho puntas con las enormes cadenas que se utilizaron para impedir el paso de los buques invasores. Será 155 años después de la "batalla silenciada por la historia“.
Télam