Un informe de la consultora Finosport, que dirige Jorge Todesca, advierte que el conflicto comercial tiene como origen la pérdida de competitividad de la economía local, generada a partir de la inflación interna.
El informe explica que habrá “una reducción progresiva en el superávit comercial. El gobierno intenta infructuosamente intervenir sobre sus consecuencias, aplicando trabas al ingreso de productos importados, en lugar de procurar corregir sus causas, principalmente la inflación”.
El trabajo sostiene que en los sectores denominados “Exportadores” y “Amenazados por Importaciones” se “están registrando aumentos salariales en torno de 30 por ciento, mientras que el tipo de cambio nominal (que determina la suba de los precios en el mercado interno de ambos grupos) muestra una variación comparativamente menor”.
“Por ello -prosigue-, suponiendo un incremento de 10 por ciento en el tipo de cambio nominal durante los próximos doce meses y un crecimiento en línea con los años anteriores de la productividad en ambos segmentos, las subas en las remuneraciones que se están acordando por estos días implicarían un deterioro inexorable en la competitividad para sendos grupos de sectores”.
Para Finsoport, en el caso de los exportadores ese resultado implicaría superar los niveles del costo salarial ajustado del periodo 1998/2001 para alimentos, refinación del petróleo, Química, Instrumentos médicos y Automotores, poniendo en riesgo la presencia de esas ramas industriales en los mercado externos”.
La consultora evaluó que en lo que se refiere a los sectores “amenazados por Importaciones”, esa dinámica motivaría un mayor deterioro en la competitividad de las ramas textil, indumentaria, productos de metal, maquinaria, equipos de radio y TV, y muebles, lo que significaría, de no mediar mayores limitaciones al ingreso de productos foráneos por parte del gobierno nacional, un probable retroceso de la presencia de la producción nacional en el mercado interno”.
Como conclusión sostuvo que “en conjunto, ambas tendencias implicarán una reducción progresiva en el superávit comercial”.
Por otro lado, indicó que “dado que varias de las ramas en cuestión se caracterizan por ser intensivas en la utilización del factor trabajo, su perdida de competitividad disminuye la capacidad de generar empleo del conjunto del sector industrial”.