Por Javier Gómez (FHUC-UNL-CONICET) y Gustavo Peretti (FHUC-UNL)
Datos oficiales tanto censales como de estadísticas vitales muestran un paulatino descenso en el ritmo de crecimiento poblacional entre 2010 y 2022, atribuible en mayor medida a un descenso de la fecundidad. Al mismo tiempo, las migraciones intervienen en el mayor crecimiento de las localidades más pequeñas del aglomerado.
Por Javier Gómez (FHUC-UNL-CONICET) y Gustavo Peretti (FHUC-UNL)
El aglomerado Gran Santa Fe (AGSF), que se encuentra integrado por los municipios de Santa Fe, Santo Tomé, Sauce Viejo, Recreo, San José del Rincón y por la comuna de Arroyo Leyes, alcanza según los datos del Censo 2022 los 532.301 habitantes.
En el periodo de algo más de 30 años que transcurre entre 1991 y 2022, el AGSF tuvo un crecimiento vegetativo -diferencia entre el número de nacimientos y de defunciones- de 158343 habitantes y un saldo migratorio –balance entre inmigrantes y emigrantes- negativo de 40.283 personas resultando, finalmente, un incremento poblacional total de 118.059 personas (Cuadro 1).
Si se desglosa ese análisis para cada uno de los tres períodos intercensales involucrados es posible apreciar que el incremento de la cantidad total de habitantes, en cada período, se mantiene prácticamente constante.
La razón de ese proceso radica en el hecho de que si bien disminuye el crecimiento vegetativo, al mismo tiempo se atenúa el saldo migratorio negativo del aglomerado (Cuadro 1).
La disminución del crecimiento vegetativo en el AGSF se relaciona con un proceso similar que ocurre en la provincia de Santa Fe en particular y en Argentina, en general es atribuible al descenso de la fecundidad: el promedio en el país de hijos e hijas nacidos vivos por mujer de 14 a 49 años se ubica en 1,7 en el año 2001, en 1,5 en el 2010, para descender a 1,4 en el 2022.
En lo que refiere a las localidades que integran el aglomerado Gran Santa Fe los nacimientos y defunciones se mantienen de manera constante hasta 2010. En cambio, a partir de este año, es notorio el incremento de las defunciones, lo cual se relaciona con el cambio de la estructura etaria de la población.
Durante el último período intercensal, se observa una disminución notoria en los nacimientos anuales ya que se pasa de registros de casi 10.000 nacimientos anuales entre 2001 y 2010 a valores por debajo de los 8.500 nacimientos entre 2010 y 2022.
Estas cifras expresadas como tasa de natalidad muestran una merma destacada ya que se pasa de un registro de 21 por mil anual entre 2001 y 2010 a 16 por mil entre 2010 y 2022.
Por otra parte, la mortalidad evidencia un incremento vinculado con el envejecimiento poblacional. Entre 2001 y 2010 se registran 3860 defunciones anuales, valores que ascienden a 4538 defunciones promedio en los años comprendidos entre 2010 y 2022, cristalizando tasas de mortalidad de 8,1 y de 9 en cada uno de los períodos mencionados (Cuadro 2).
Focalizando el análisis del crecimiento vegetativo durante 2010 y 2022, se observa que la mortalidad tuvo un aumento paulatino de aproximadamente 1000 registros. En cuanto a la natalidad, se produce un primer descenso importante entre 2014 y 2015, al pasar de más de 10.000 nacimientos anuales a apenas superar los 9.000.
Otro descenso brusco, se ocasiona entre 2019 y 2020, año en el cual los nacimientos se ubican y se mantienen en los años siguientes en 6.000 nacimientos por año aproximadamente. La combinación de ambas variables surge una nítida reducción del aporte natural: pasando de 5.000 a 1.000 personas, aproximadamente (Gráfico 1).
El incremento poblacional del aglomerado paso del 10% hace 30 a años a un 8% en la actualidad (Cuadro 3). Sin embargo, hay un dinamismo contrastado entre las 6 localidades que integran el AGSF. Sauce Viejo y Arroyo Leyes son las localidades más dinámicas en términos de expansión demográfica desde hace 30 años.
San José del Rincón y Recreo también denotan un importante crecimiento, aunque más atenuado. Santo Tomé expresa una variación constante y finalmente, Santa Fe, la menor variación poblacional relativa de todo el AGSF.
Las localidades de mayor expansión demográfica manifiestan saldos migratorios positivos, lo contrario sucede en las localidades de crecimiento más estancado. Es así como Arroyo Leyes y Sauce Viejo se expanden rápidamente y, de manera conjunta, registran altas tasas de crecimiento migratorio (Cuadro 4). Esto ocurre de manera consolidada desde hace más de veinte años.
Los datos del Cuadro 4 permiten reconstruir la existencia de un mecanismo de redistribución interna de la población del AGSF: localidades con altas tasas de migración –tales como Arroyo Leyes o Sauce Viejo-, absorben población de otras localidades con tasas bajas o bien negativas -Santo Tomé o Santa Fe-.
En síntesis, el Gran Santa Fe es muy heterogéneo en lo que respecta a su dinámica demográfica. Se dinamizan ciertos sectores y/o localidades y, paralelamente, se estancan otras.
Sin dudas, las áreas más antiguas de la ciudad de Santa Fe, más consolidadas y urbanísticamente maduras vienen declinando su expansión poblacional, dado que su población, por ejemplo, ha envejecido.
Mientras, familias jóvenes prefieren comenzar sus proyectos de vida estableciéndose en localidades suburbanas menos densificadas, más espaciosas y con mayor posibilidad de contacto con la naturaleza, aunque esta sea recreada.
Javier Gómez es profesor y doctor en Geografía, y Gustavo Peretti es profesor en Geografía y especialista en Problemáticas Sociales de la Geografía. Ambos se desempeñan como docentes-investigadores en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral.
Participaron de la obra colectiva "Historias de Santa Fe", integrada por tres tomos: "Vivir Santa Fe. Imágenes y testimonios de la ciudad en el tiempo", "Modernización, desarrollo y conflictos en una capital de provincia" y "Problemáticas actuales de Santa Fe. (Re)definiendo el futuro de la ciudad", disponibles para descarga gratuita en el sitio web de Ediciones UNL, sección Colecciones Especiales.
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