Hiperinflación. A los que somos mayores nos "suena" familiar. ¿Cuántas veces la hemos escuchado y cuántas veces la hemos padecido? Bien, nos guste o no, ya la tenemos nuevamente. Y lo que llama la atención es la acción de la CGT, otrora defensora del populismo y acérrimos opositores a los gobiernos democráticos no peronistas.
A Arturo Frondizi, por ejemplo, le hicieron más de 800 paros. A don Arturo Illia otro tanto, hasta que lograron derrocarlos. Y en los últimos cuarenta años, a Raúl Alfonsín le hicieron paros hasta que lo obligaron a entregar antes el gobierno. Eso les sirvió de buena propaganda política a los popes peronistas, para luego poder ganar elecciones.
A Fernando De La Rúa, no se la hicieron mejor. Y, lógicamente, con Mauricio Macri no faltaron a su estrategia antidemocrática, ya que ni siquiera le entregaron la banda presidencial, que significa el traspaso del poder de carácter constitucional. Es decir: siempre "respetando" a la democracia. Con esta historia llena de peronismo y su brazo "armado", la CGT, a la que en los últimos veinte años se sumaron los movimientos sociales.
En la actualidad, la CGT perdió la calle y se la apropiaron los movimientos sociales y La Cámpora. ¿Y qué nos ofrecen actualmente? Antes derrocaron gobiernos constitucionales. Y ahora, que hay hiperinflación en un gobierno peronista, la CGT… ¿dónde está? Está echándole nafta al fuego, solicitando el 60% de aumento para empezar a conversar.
¿Y los movimientos sociales y políticos de izquierda? Requiriendo más aumentos, a un gobierno peronista que no tiene propuestas para enfrentar la hiperinflación.
En esta crisis, los peronistas tienen algo a favor. La oposición, en vez de hacer lo que hicieron los peronistas en los últimos sesenta años -presionar a los ciudadanos para que reclamen la renuncia de los gobernantes de turno-, critica, pero nada propone. En definitiva, son como la caca de paloma, no tienen ni olor ni color.
Pobre nuestra patria, ni los que gobiernan, ni la oposición, ofrecen un programa de gobierno. Entonces, como decía el Chapulín Colorado: ¡Y ahora…quien podrá defendernos! Al final, quién hubiera pensado, nos quieren gobernar con la metodología de Los Pimpinela: se pelean… y el pueblo los aplaude.