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Irma
Qué karma tenemos los santafesinos con los intendentes. Uno era de Santo Tomé y este doctor nunca pasó el bulevar. Lo digo por cómo se refirió cuando habló del cantero que van hacer en Aristóbulo del Valle desde Espora asta Gorriti, dijo "es otra ciudad". No señor intendente, no es otra ciudad, es Santa Fe Capital… lo que pasa es que usted nunca cruzó bulevar, a la altura del 7000 al 8000 se llega en diez minutos al centro. Mire doctor, yo le explico, en los años 60 por acá eran todas quintas pero las quintas se fueron corriendo y ahora están a la altura del 12000 por ahí imagínese cómo creció Santa Fe y usted ni se enteró. Recorra más para el norte así conoce y salga un poco del centro. Es toda la misma ciudad señor intendente.
Manuel Wolkovicz
Vería con sumo agrado que algunos de los integrantes del Concejo Municipal, o el verborrágico concejal Saúl Perman en su bicicleta se deslicen por calle Corrientes entre San Martín y San Jerónimo Su estado es lamentable, en pleno centro de Santa Fe. "Digno" de una ciudad bombardeada. Muchas Gracias.
Raúl Néstor Strnad (*)
Solo vasta caminar unos metros por nuestras veredas, para encontrarnos con las muestras más fehacientes de lo que es el abandono y desidia, tanto, de muchos de nuestros habitantes como de las autoridades municipales. De nuestros habitantes, que no son capaces de presentar su frente de casa acorde a lo que es una sociedad civilizada; por parte de nuestros funcionarios y funcionarias, un desconocimiento, falta de control y gestión, de su ciudad.
Sin lugar a dudas no sacan sus traseros de los asientos de sus autos para caminar algo que se llama ciudad, la de ellos y la de todos nosotros. Pero esta crítica, no solo termina aquí, sino que se acompaña con una par de ideas para la actual gestión municipal.
Vereditas. Como diría el genial Roberto Fontanarrosa: "Anoten legisladores e intendente y su mesa directiva". Es imposible caminar derecho, hay que ir sorteando pozos, baldosas sueltas, falta de las mismas, y más. Desconozco la legislación municipal respecto a quien es el responsable de que las veredas estén en condiciones.
Si lo fuera el municipio, debiera arreglarlas (tremendo costo, no creo que podrían llevarla a cabo), pero si así fuera, hay que hacerlo, "gestión muchachos". Si la responsabilidad fuera del frentista, el municipio debiera establecer una estrategia/plazo, para que la vereda sea acondicionada. Un año, dos, tres a partir de una notificación.
No creo que sea imposible, no es para la semana que viene. Además el municipio a los fines de que sea justo, debiera considerar algo en los impuestos municipales para con ese frentista, y de esa forma equilibrar el costo.
En dos o tres años, las veredas de la ciudad estarían en condiciones de transitabilidad. "Gestión muchachos, gestión" y poner en funcionamiento alguna neurona.
Yuyales. En las mismas veredas mencionadas, se observan yuyales, aún en las veredas sanas. Simple queridos amigos, a los muchachos sedientos de hacer multas a los autos para engrosar las arcas municipales, les dan unos volantes y les comunican a los vecinos de las ideas de mejorar esto de veredas y yuyos.
Seguramente este problema de yuyos, es pura y exclusiva responsabilidad del frentista. No cuesta nada sacarlos y embolsarlos, pero si no gestionan ustedes esta simple idea de ordenar, no se para que están. Además podrían poner multas a aquellos frentistas que no acaten esta orden. "Anoten queridos concejales e intendente".
Es posible que tengan alguna mente privilegiada e iluminada entre ustedes, y puedan mejorar estas simples ideas. Esto a simple vista es muy sencillo… a caminar muchachos -hace bien hacer un poco de gimnasia aeróbica-, a mirar su ciudad, a bajarse de sus autos, a salir de su zona de confort con aire acondicionado, y a empezar a justificar la beca que el pueblo les dio con su voto.
(*) Un enamorado de su ciudad.
Lucina A.G. Farioli
Uno de los principios básicos de la convivencia en sociedad es el respeto por el otro. Vivimos con mi hijo, una persona con autismo de funcionamiento, en Helvecia. Los ruidos molestos en nuestra localidad se han vuelto un hábito que impiden el desarrollo de una vida sana y digna.
Una verdadera paradoja para un lugar que atraía a sus visitantes por lo natural y descontaminado de sus parajes, donde incluso se podía disfrutar de un silencio urbano que solamente era interrumpido por los sonidos de la naturaleza, privilegio que las grandes urbes parecen haber perdido irremediablemente.
El tema de los ensayos de comparsas y batucadas, y los espectáculos al aire libre a veinte metros de nuestra casa, en un lugar contiguo al río y a otras viviendas familiares, se han convertido en una tortura. El uso de los espacios públicos necesita reglamentarse claramente, sobre todo desde el respeto que supone la coexistencia.
Al menos tres días a la semana durante dos horas y media y con permiso comunal (dicen, yo nunca lo vi), ensaya una comparsa con su respectiva batucada en el "Anfi", un predio de la Comuna ubicado a la distancia mencionada de nuestra propiedad.
Cuando debemos "soportar" horas de ruido constante y monótono, supongo que se comprende su molestia, acompañada del perjuicio para la salud.
Reconozco el trabajo de quienes dirigen e integran la actividad, por lo que no ataco el empeño de esas personas. Tampoco cuestiono la labor social, pero urge moderar el volumen, acortar los tiempos de exposición y alternar los lugares de ensayo.
Que nuestros espacios comunes se conviertan en puntos de encuentro para la comunidad, además de escenarios para la diversión tampoco es reprochable, si no fuera por los desmesurados decibeles que incluyen y porque, como consecuencia, perjudican la tranquilidad del vecindario.
Convivir en armonía con todos los actores sociales y las diferencias generacionales son un gran desafío que confiamos a nuestras autoridades, pero lamentablemente hacen oídos sordos a nuestros legítimos reclamos.
El umbral auditivo cada vez va aumentando en aquellos sujetos expuestos a altos sonidos, por lo que se va perdiendo la sensibilidad ante el entorno, provocando incluso hipoacusia.
Uno de los fenómenos que cada vez se observa con mayor frecuencia es la pérdida gradual de audición en jóvenes que abusan del volumen en sus audífonos. Como dato de referencia, en una "Disco" se registran entre 100 a 110 decibeles, lo que hace difícil poder mantener una conversación.
Por su condición, mi hijo padece hipersensibilidad auditiva. Se lo he hecho saber a las autoridades comunales. Ante la indiferencia de las mismas, radiqué denuncias por ruidos molestos ante el MPA. Helvecia no tiene fiscal y es muy probable que nadie las lea, o que no tenga importancia para el fiscal de turno.
Quisiera seguir creyendo en la Justicia y en la premisa de igualdad, pero cada vez me resulta más difícil. Todas las leyes y normativas en materia de ruidos molestos nos amparan, pero… ¿qué hacer ante un Poder Judicial insensible, indolente y ausente, y ante autoridades gubernamentales que privilegian la jarana y las multitudes a la salud y al bienestar de los vecinos y del medioambiente?
Tal vez la difusión en los medios, ayude a la comprensión y al tratamiento de este tema.
Cada vez que programan algún tipo de espectáculo de esas características en ese lugar, debemos irnos de nuestra casa (exilio de fin de semana) con el gasto y las molestias que ello implica. Nos pasó el fin de semana pasado. No encontramos aquí ningún lugar para alojarnos lejos del predio y debimos viajar a la ciudad de Santa Fe (200 kilómetros ida y vuelta), y pagar allá alquiler para proteger a mi hijo de los efectos de los ruidos molestos (no es la primera vez).
En nuestra casa, los vidrios tiemblan por el ruido y se escucha todo de manera muy estruendosa, retumbante; ni siquiera podemos dialogar entre nosotros. Los efectos que produce en las personas con autismo y en mi hijo en particular van desde pánico, fuertes dolores de cabeza, angustia, deseos de escapar y autolesiones.
Apelo a los sentimientos de quienes son madres y padres, en primer lugar. Y, seguidamente, a la solidaridad de quienes tienen hijos o hijas con alguna discapacidad. Las autoridades gubernamentales deben ejecutar las leyes y el Poder Judicial, hacerlas cumplir.
Los medios de comunicación deben estar al servicio del bien común. Agradezco la posibilidad de expresar y difundir una problemática que se debe resolver en favor de la salud y de la protección del medioambiente. Nadie debería sufrir por ruidos innecesarios y molestos en el lugar en que vive.
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