Magnín y Mazzoni: dos técnicos que elevan el nivel de la Liga Santafesina
La Liga Santafesina de Fútbol vive un momento de crecimiento sostenido, y parte de ese desarrollo se debe al trabajo de entrenadores que han sabido imprimir su sello en los equipos que dirigen.
Eduardo Magnín. Uno de las grandes entrenadores que encontró un lugar cómodo y de trabajo en Cabaña Leiva. Créditos: Luis Cetraro
Entre ellos, dos nombres resaltan con claridad: Eduardo Magnín y Martín Mazzoni. Ambos comparten no solo una historia común en Unión de Santa Fe, donde se formaron como futbolistas profesionales y más tarde ejercieron como entrenadores, sino también una filosofía de trabajo basada en la construcción a largo plazo, la combinación de experiencia y juventud, y una apuesta decidida por los semilleros de sus clubes.
Magnín, al frente de La Salle, ha logrado conformar un equipo que juega con intensidad, combinando la jerarquía de algunos jugadores con recorrido y la frescura de los juveniles que se van consolidando en Primera. Su trayectoria como futbolista profesional, su paso por el cuerpo técnico de Unión y su capacidad para liderar proyectos han convertido a La Salle en un equipo protagonista en la Liga Santafesina. La disciplina táctica, el orden en cada línea y la capacidad de adaptación a diferentes contextos de juego son algunas de las características que definen a su equipo.
Por su parte, Martín Mazzoni ha hecho de El Quillá un equipo competitivo en todos los frentes. Bajo su conducción, y antes también, el "Tiburón" se ha transformado en una de las instituciones más sólidas de la región, logrando combinar el crecimiento en el ámbito local con la participación en torneos provinciales y nacionales. Su trabajo ha sido clave para que El Quillá no solo compita en la Liga Santafesina, sino que también tenga protagonismo en la Copa Santa Fe y en el Federal Amateur, certámenes donde el equipo ha sabido dejar su impronta.
El sábado pasado, en el partido de ida de la semifinal de la Copa Federación, ambos entrenadores volvieron a demostrar por qué sus equipos están en los primeros planos. La Salle se quedó con la victoria, en un partido que tuvo un gran nivel futbolístico y que reflejó la calidad de los proyectos que lideran Magnín y Mazzoni. Más allá del resultado, lo que quedó en evidencia es que ambos conjuntos han adquirido una identidad bien definida, un sello propio que es el reflejo del trabajo sostenido en el tiempo.
Martín Mazzoni. Otro de los grandes entrenadores de la región que se destaca en El Quillá. Créditos:Manuel Fabatía
El valor del trabajo a largo plazo
Uno de los aspectos más destacados de Magnín y Mazzoni es que han logrado consolidar procesos basados en el crecimiento progresivo de sus equipos. En un fútbol donde muchas veces se buscan resultados inmediatos, ellos han apostado por la paciencia, el desarrollo de los jugadores desde las divisiones inferiores y la conformación de planteles equilibrados.
En La Salle, Magnín ha sabido potenciar a los jóvenes futbolsitas, dándoles oportunidades en Primera y complementándolos con jugadores de experiencia que aportan liderazgo dentro y fuera de la cancha. Su conocimiento del fútbol formativo, adquirido en Unión, le ha permitido entender la importancia de construir desde abajo, con una estructura sólida que garantice continuidad y evolución en el tiempo.
El caso de El Quillá es similar. Mazzoni ha apostado por una base de futbolistas formados en el club, incorporando refuerzos estratégicos pero siempre priorizando la identidad propia del equipo. El objetivo no es solo competir en el presente, sino también sentar las bases para el futuro, algo que se refleja en la participación activa de los juveniles en el plantel principal.
Este modelo de trabajo no solo beneficia a los clubes que representan, sino que también eleva el nivel de la Liga Santafesina en su conjunto. La presencia de entrenadores como Magnín y Mazzoni permite que la competencia local sea cada vez más exigente, lo que a su vez favorece el desarrollo de futbolistas con mayor proyección.
Dos entrenadores respetados y admirados
Más allá de sus logros deportivos y del impacto que han tenido en sus equipos, Magnín y Mazzoni se han ganado el respeto y la admiración dentro del fútbol santafesino. Su profesionalismo, su capacidad de trabajo y su vocación por la enseñanza los han convertido en referentes no solo para sus jugadores, sino también para sus colegas y para la comunidad futbolística en general.
Ambos representan un modelo de entrenador que trasciende lo estrictamente futbolístico. Son formadores, líderes y ejemplos de cómo gestionar un plantel con seriedad y compromiso. Su labor no se limita a lo que ocurre dentro del campo de juego, sino que también involucra el acompañamiento y la formación de los futbolistas en su crecimiento personal y porque no, profesional.
El fútbol los unió en sus años como jugadores, y hoy, desde los bancos de suplentes, siguen demostrando que han aprendido y asimilado las mejores enseñanzas del deporte. Su trabajo es un reflejo de lo que significa construir con valores, con esfuerzo y con dedicación.
Magnín y Mazzoni han elevado la vara en la Liga Santafesina, marcando el camino a seguir para quienes buscan no solo ganar partidos, sino también dejar una marca en el fútbol regional.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.