Leyes, decretos y la Constitución avalan que haya más mujeres en la Corte Nacional
María Eugenia Chapero es jueza en Reconquista y preside la Red Mujeres para la Justicia. En este diálogo explica las razones de un reclamo que ya lleva años y que se actualizó con la propuesta de dos hombres para completar el máximo tribunal de Justicia de la Nación.
María Eugenia Chapero es jueza en Reconquista y preside la Red Mujeres para la Justicia. Gentileza
María Eugenia Chapero estudió en la Universidad Católica de Rosario (UCA) y hace más de 14 años que es jueza de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista, al norte de Santa Fe. Además, preside la Red Mujeres para la Justicia, una asociación que reúne a alrededor de 500 funcionarias del ámbito judicial de todo el país y que viene reclamando paridad de género en la composición de la Corte Suprema de Justicia.
El tema se actualizó en 2024 con el envío de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para completar la integración del máximo tribunal, luego de la renuncia de Elena Highton de Nolasco en 2021 y más recientemente de Juan Carlos Maqueda. Highton de Nolasco fue la tercera mujer en integrar el máximo tribunal de Justicia de la Nación en sus más de 160 años de historia, un dato que llama la atención de propios y extraños al sistema judicial.
Conocida la novedad de los pliegos, la Red que preside Chapero presentó, primero, un amparo colectivo para impugnar la postulación de dos candidatos varones quienes, luego, fueron nombrados por decreto por el presidente Javier Milei. Y, apenas conocida la decisión del Senado que el 3 de abril rechazó ambos pliegos por mayoría, presentó un pedido para una audiencia pública y habilitación de las amigas del tribunal (Amicus curiae) para "discutir y resolver la pretensión exhortativa", es decir, el pedido anterior.
"Nosotras tenemos un amparo colectivo interpuesto por todas las mujeres en condiciones para ser ministras de la Corte", explica Chapero en diálogo con El Litoral.
María Eugenia Chapero preside la Red Mujeres para la Justicia. Gentileza
- ¿En qué se basa ese reclamo?
- Hay un mandato constitucional de paridad. La Argentina tiene incorporada en la Constitución Nacional (reformada en 1994) la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (Cedaw) que en sus artículo 5 y 7 imponen a la Argentina respetar una paridad de género en los órganos de decisión y eliminar la discriminación.
La facultad del Presidente de la Nación de proponer los candidatos en un acto complejo: él propone pero necesita acuerdo del Senado. Y si bien es una facultad discrecional, también es reglada. Lo tiene que hacer dentro de un marco constitucional que lo obliga a respetar la paridad de género.
Esa es la base constitucional de nuestro planteo que fue mutando en el tiempo.
Cuando fueron propuestos los nombres de los dos candidatos pedíamos la anulación del acto administrativo con una medida cautelar de suspensión del procedimiento por no respetar la paridad de género, y además queremos una sentencia exhortativa que ordene al Poder Ejecutivo de turno que respete siempre el mandato constitucional de paridad. Esta obligación del Poder Ejecutivo también está prevista en el decreto ley 222/03 de la Presidencia de Néstor Kirchner que el Presidente Milei no desconoce puesto lo toma en consideración para jubilar a Juan Carlos Maqueda y es la norma que regla además que se debe respetar, en la medida de lo posible, la diversidad de género y de procedencia regional (N. de la R. El art. 3 dispone que "al momento de la consideración de cada propuesta, se tenga presente, en la medida de lo posible, la composición general de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para posibilitar que la inclusión de nuevos miembros permita reflejar las diversidades de género, especialidad y procedencia regional en el marco del ideal de representación de un país federal").
Entonces, si en la Corte Nacional actualmente hay tres varones, para que sea diversa se deben proponer dos mujeres.
- ¿Esa acción de amparo se presentó cuando fueron propuestos los nombres de Lijo y García-Masilla?
- El camino fue paso a paso: primero, hicimos observaciones ante el Ministerio de Justicia por la cuestión de género. Hubo ONGs que se centraron en otras cuestiones relacionadas con cuestiones particulares de cada candidato -Lijo y Garcia Mansilla-. Como no dieron lugar a las objeciones, interpusimos la acción de amparo colectivo junto con otras ONG de gran prestigio, como ELA, CEJIL y Amnistía Argentina. Pero la sentencia de primera instancia, que si bien no nos hace lugar al fondo del planteo, si nos reconoce la legitimación para actuar, a diferencia de las otras instituciones que nos acompañaban. Se nos reconoció legitimidad a la Red porque podemos sentirnos lesionadas en un interés actual.
Lo más interesante es que en la acción de amparo tuvimos una sentencia adversa en primera instancia y accedimos por la vía extraordinaria del "Per Saltum" a la Corte. Es una vía excepcional que se aplica cuando hay un interés público y de gravedad institucional.
Estamos desde agosto del año pasado en la Corte con el Per saltum y hasta diciembre se presentaron como amicus curiae, es decir, como asociaciones amigas del tribunal, las ONG más prestigiosas del país: la Asociación por los Derechos Civiles, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Federación Argentina de Colegios de Abogados, la Federación Argentina de Magistratura, entre otras. Son 15 ONGs y colegios profesionales que apoyan este reclamo colectivo por paridad de género en la Corte.
- ¿El único camino posible aquí para cumplir con las disposiciones vigentes sería enviar pliegos con nombres de mujeres?
- Tal cual, porque ahora estamos en una situación de barajar y dar de nuevo. Lo anterior ya fue pero espero que el Presidente entienda que tiene un marco constitucional que cumplir.
- En ningún caso sería posible alegar que no hay personas calificadas para integrar el máximo tribunal.
- Justamente, cuando el decreto 222/03 dice "en la medida de lo posible" que sean mujeres, nunca se puede interpretar que es porque no hubiera mujeres aptas. Porque la realidad indica que existen tanto varones como mujeres con la idoneidad técnica y capacidad para ese puesto. Lo contrario sería exacerbar el estereotipo de que la sapiencia jurídica es igual a "varón" y eso es un prejuicio. En las universidades hay más mujeres que varones egresadas con medalla de oro y con notas excelentes. Pero opera el "techo de cristal" que es invisible pero está y a medida que ascendemos (en la carrera judicial) se nos hace más difícil porque el patriarcado sostiene ese estereotipo.
- ¿Qué ocurre en las Cortes provinciales?
- En el deber ser las provincias están en deuda. Creo que Misiones es una de las únicas que tiene paridad pero, en general, no la hay. En Santa Fe, María Angélica Gastaldi fue la única integrante mujer y ahora también hay una sola mujer (Margarita Zabalza, quien asumió el último 10 de marzo). Creo que es un proceso de renovación que está latente y en algún momento va a llegar. Y en la provincia también hay una ley para la Corte Suprema que dice que se debe respetar la paridad de género y la procedencia regional. (ley 14.002, art. 3)
- ¿Le gustaría ser ministra de la Corte?
- Por supuesto. Sería un honor. Cuando una sueña la carrera, lo hace con la expectativa de todos los honores, como lo es el de llegar a los lugares más altos de responsabilidad institucional. Para eso trabajamos y estudiamos.
El primer viernes de abril, un día después de que el Senado nacional rechazara los pliegos de Lijo y García-Mansilla, la Red presentó un escrito en el marco del Per saltum a la Corte Suprema de la Nación diciendo que "la causa sigue viva".
"Más allá de que no sea necesaria ninguna medida cautelar para suspender ningún proceso ni la anulación de una nominación, sigue viva porque uno de los objetos de la acción es la sentencia exhortativa de que se cumpla el mandato de paridad. Estamos esperando que la Corte dé esta sentencia a los otros poderes del Estado, como el Poder Ejecutivo y el Senado, que debe dar acuerdo a las próximas nominaciones si son mujeres en respeto de la Constitución", define Chapero.
"Esta es una cuestión democrática", insiste la jueza y lo fundamenta: "Más de la mitad de la población tiene que estar representada en el lugar de toma de decisión más alto de la Justicia. Es en términos de justicia, de democracia y de calidad institucional".
En el mismo escrito se aclara que queda vigente como la pretensión de una sentencia exhortativa, como el llamado a audiencias públicas con los amicus curiae para la discusión sobre la paridad en la Corte. "Sería interesante que la Corte Suprema abra esta instancia".
Elena Highton de Nolasco fue la última mujer en integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Renunció en el año 2021. Gentileza
"Patrón histórico"
La Red de Mujeres por la Justicia fue fundada en el año 2018 y la integran más de 500 juezas y funcionarias de todo el país. Tiene, además, "una fuerte impronta santafesina": su primera presidenta fue María Angélica Gastaldi, en tanto Chapero es co-fundadora y la tercera en estar al frente del organismo. "Ademàs, soy del interior del interior, porque pertenezco a Reconquista".
- Estamos frente a un cambio de época.
- En 163 años de historia, hubo 114 jueces varones y solo 3 mujeres. La muestra del patrón histórico de discriminación es esa foto de la Corte.
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