Los datos bien frescos publicados el jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) ubican a la provincia de Santa Fe en el cuarto lugar en lo referido a tasa de empleo (46,7%), frente a una media nacional de 44,2 %.
El ministro de Trabajo, Roald Báscolo, trazó un panorama laboral de la provincia. Los casos de GM, SanCor y Vicentín. Alerta por la apertura de importaciones, y los efectos de la obra pública y privada.
Los datos bien frescos publicados el jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) ubican a la provincia de Santa Fe en el cuarto lugar en lo referido a tasa de empleo (46,7%), frente a una media nacional de 44,2 %.
La tasa de desempleo, en tanto, pone a la media nacional en el 6,4 % y a la provincia en un 5,5 %.
¿Otro dato que termina de redondear los anteriores? En Santa Fe, se observa un crecimiento de la población económicamente activa, que llega al 49.4% en 2024 (frente al 48.1% del año anterior). "Esto indica que más gente está buscando empleo en la provincia", dice el ministro de Trabajo Roald Báscolo, y, advierte, hace subir un punto la tasa de empleo y 0,4 % el desempleo.
De luces y sombras (y, como se verá, de "luces amarillas") se compone el panorama laboral en la provincia, el país y el mundo, donde todo parece estar encadenado. Hay situaciones particulares que se vinculan con decisiones de las propias empresas, otras que emergen luego de acusar impacto de decisiones del gobierno central y otras más que dependen del contexto global.
En medio de todo ese panorama, la apuesta es recuperar el empleo en la construcción y seguir atentamente los efectos de las políticas nacionales sobre la industria.
- En los últimos días se conoció la novedad de despidos en General Motors, ¿cuál es la situación?
- En este caso prácticamente no tuvimos intervención en todo el proceso. La empresa trabajó con el gremio Smata a nivel nacional y avisó al Ministerio que iba a dar comienzo a un programa de retiros voluntarios en la planta de Alvear.
Eso ocurrió en enero y tenían una fecha límite para llegar a los 309 trabajadores; a quienes no se acogieron al régimen de retiro voluntario les llegó el telegrama de despido. No participamos de ese proceso pero fuimos informados.
- Igual tiene impacto en la provincia porque la planta está en Santa Fe.
- Por supuesto, pero lo que tuvo impacto fue el hecho de que a nivel mundial hayan discontinuado un modelo de los que se fabrican en esa planta. En la empresa se producían dos modelos: el Tracker y el Cruze, que definieron que no era el modelo que pide el mercado. Entonces, a nivel global decidieron discontinuar uno de los modelos que se fabricaba en la Argentina.
- ¿Cuál es la situación en SanCor donde se comunicaron 300 despidos?
- No es un problema nuevo, pero se ha llegado a una situación límite y arrancó el año con una producción diaria de 200 mil litros de leche. La empresa fue, en su momento, líder en la Argentina en el sector lácteo y llegó a industrializar entre 5 y 6 millones de litros de leche diaria.
Hace un año, después de una profunda crisis y de reestructuraciones, también se fue achicando la plantilla de personal. No pudo solucionar sus problemas económicos y financieros y se llegó a este punto en el mes de enero, cuando prácticamente estaban procesando el 5 % de lo que hizo en su momento de apogeo. Pero esto no ocurrió en un año sino en muchos más.
En el primer día hábil posterior a la feria judicial, en febrero, se presentó en concurso de acreedores y ahora empiezan los plazos legales para verificación de deudas. Se llega a la Justicia para ver de qué forma se puede hacer un acuerdo para pagar esta deuda. En el medio están tratando de mantener una continuidad del proceso productivo que está muy complicada. Porque, por más que se haya achicado la estructura, con esa cantidad de litros es muy difícil de mantener.
Entonces, no es una crisis del sector lácteo ni consecuencia de las políticas del actual gobierno nacional: es una crisis particular que no empezó hoy sino que se viene generando desde hace varios períodos de gobierno.
- ¿Cuál es la situación con Vicentín?
- En ese caso, lo que queremos saber es, después del fallo de la Corte Suprema de Justicia, qué va a hacer la empresa y qué van a hacer los inversores estratégicos que están trabajando "a fasón" hoy y gracias a los cuales puede pagar los sueldos. Porque sin esa actividad en las plantas de San Lorenzo, Ricardone y en Avellaneda, Vicentin no podría hacerse cargo de los costos fijos que tiene la empresa; básicamente, pagar los sueldos de los trabajadores.
El foco está puesto en que el proceso productivo continúe y en que lo que está haciendo trabajar ese proceso son estas empresas que ponen los granos a fasón (procesando la producción de terceros).
- Sí hay medidas que se están tomando a nivel nacional e internacional, como la apertura de las importaciones por un lado, y los arancelamientos que anunció el gobierno de Estados Unidos, por el otro, ¿cómo afectan estas decisiones a Santa Fe?
- Hace unos días se habló de las suspensiones en Acindar y de cuánto tenían que ver con estas medidas de (Donald) Trump, pero no es así: eran acuerdos programados de suspensiones. La empresa tenía lista la herramienta para utilizarla en el momento que consideraran necesario, pero no tuvo que ver con las medidas de Trump que sí podían estar afectando en el corto plazo a Aluar, que no está en Santa Fe, y a Siderar. Pero el impacto en Acindar, que está en territorio provincial, era casi nulo. El impacto en esta empresa, que también se vio el año pasado con la caída de la actividad económica, es la desaparición de la obra pública nacional y eso hizo que la planta haya trabajado en 2024 prácticamente a la mitad del promedio de los últimos años: de 1,2 millones de toneladas, el año pasado cerró con 650. Fue el peor registro de los últimos 10 años. Y enero se mantuvo en esos promedios.
La situación de Acindar hoy tiene más que ver con el panorama interno del mercado argentino que con las decisiones arancelarias de Trump.
- ¿Cómo observan la apertura de importaciones que sí corresponde al orden nacional?
- En un balance de 2024, el sector que más empleo privado registrado había perdido era el de la construcción; no solo en Santa Fe sino en el país. En ese contexto adverso hay que reconocer que la provincia de Santa Fe fue una de las que mejor performance tuvo frente a otras que perdieron más de un 30 y hasta un 50 % de empleo privado registrado en ese rubro.
En ese ránking, Santa Fe quedó tercera por debajo de Neuquén y Salta: pero una está recibiendo inversiones de gas y petróleo y la otra de litio. Eso posiciona bien a la provincia y refleja el fuerte entramado productivo que tiene la obra privada en la provincia que en ningún momento interrumpió la obra pública. Además, para 2025 está previsto triplicar la inversión y llevarla de 500 millones de dólares a 1500. Esperamos que la construcción vaya recuperando esos puestos de trabajo que había perdido.
Esa es la foto de 2024 con el sector que más empleo privado registrado perdió en el país y en la provincia. Así y todo, Santa Fe se destaca entre el resto.
Pero el sector que el año pasado tuvo más suspensiones fue la industria. El artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo permite un acuerdo entre la parte empresaria y la gremial, y el Ministerio homologa esas suspensiones totales, parciales o rotativas. Esta medida permite mantener la plantilla de personal en un proceso de caída económica.
Así se hizo en muchos rubros y esas caídas tenían que ver con la crisis del mercado interno: en algunos fue del 15 % y en otros, como calzados, textiles y colchones fue superior al 50 %.
Así se logró sostener las fuentes de trabajo con este esquema de suspensiones. Seguramente los primeros meses de 2025 van a mostrar una recuperación, pero se va a partir de una base baja: se van a ver reflejados crecimientos en algunos rubros pero no van a ser parejos para todos.
Acá hay que tener encendidas las luces amarillas en los sectores donde, por más que se vea alguna recuperación, pueden estar afectados por las importaciones o por las políticas de desregulación. En eso tenemos que poner el foco en este 2025 porque Santa Fe es una provincia con un fuerte entramado industrial.
A nivel nacional el sector que más empleo genera es el comercio pero en la provincia, si uno suma todos los rubros industriales, esa generación es mayor.
- ¿En qué sector puede ser mayor ese impacto?
- Hay que analizarlo en el mediano plazo. El sector de la línea blanca (cocinas, lavarropas, heladeras) no está pensando cómo le va a ir en enero o febrero, sino un poco más a largo plazo para establecer qué tan sustentable y competitivos puede ser. Lo mismo ocurre con la industria siderúrgica y todos los efectos de la caída del mercado interno. Pero ante una apertura de importaciones lo que piden es que la balanza esté equilibrada, que es lo que Trump está haciendo en Estados Unidos.
Estamos en contacto permanente con todos los sectores, también desde el Ministerio de Desarrollo Productivo y, en particular, con la Secretaría de Industria.
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