Lucas Rafael Caraballo fue asesinado brutalmente a fines del año pasado en la ciudad de Santa Fe.
Estaban enterrados en un basural de la zona norte de la ciudad. La víctima fue asesinada a fines del año pasado y parte de su cuerpo había sido hallada en enero, en un reservorio ubicado detrás del Hipódromo. Los investigadores también habrían encontrado otros elementos de interés para la causa.
Lucas Rafael Caraballo fue asesinado brutalmente a fines del año pasado en la ciudad de Santa Fe.
Su cuerpo fue descuartizado y parte de él fue hallado durante los primeros días de enero, en un reservorio del río Salado ubicado detrás del Hipódromo de la capital provincial. Le faltaban los brazos y una pierna.
Los investigadores presumen que el asesino cortó esas partes para dificultar su identificación, por huellas dactilares y tatuajes.
Este jueves, personal de la Sección Homicidios de la Policía de Investigaciones siguió pistas y llegó hasta un basural a cielo abierto en calle Larguía, entre Funes y Piedrabuena, donde se topó con más restos humanos que serían de la víctima.
Peritos levantaron con sumo cuidado los elementos para luego trasladarlos hasta el laboratorio, donde iban a ser analizados. También localizaron en el mismo lugar algunos artículos que pertenecerían a la víctima.
Por el asesinato está preso Ever Jesús Pacheco, un exempleado del Servicio Penitenciario de 34 años que tenía a Caraballo como inquilino, en la cuadra de calle Larguía al 8600. La víctima vivía en la planta alta.
La hipótesis de la fiscal Ana Laura Gioria, de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, apunta a que Pacheco le reclamó a Caraballo por el pago del alquiler y por algún motivo terminó matándolo dentro de su propia casa (habrían quedado no pocos rastros de sangre en el inmueble).
Pacheco ya estaba preso cuando los detectives ataron cabos y lo fueron a buscar.
Es que luego del crimen de Caraballo este hombre había sido denunciado por su expareja, que lo acusó de agresiones, privación de la libertad y abuso sexual, entre otros delitos. Ella contó que él la amenazó con "cortarla en pedacitos" si lo abandonaba.
El sospechoso cuenta con un terrible antecedente que lo incrimina más aún en la nueva causa. Es que el 4 de septiembre de 2023 él fue a cobrar un alquiler machete en mano.
Amenazó a su inquilino y le provocó un corte en una de sus manos. La policía intervino por llamados de vecinos a la Central de Emergencias 911 y Pacheco -que se resistió al arresto- terminó en prisión.
Por el incidente, fue condenado a tres años de prisión de ejecución efectiva. Esto le costó su trabajo de guardiacárcel, porque el Servicio Penitenciario lo pasó a disponibilidad en ese momento.
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