Un hombre de 32 años, identificado con las iniciales YNL, fue detenido y permanece en prisión preventiva luego de que le atribuyeran haber agredido física y psicológicamente a su pareja en un contexto de violencia de género.
La víctima logró escapar y alertar a la policía. Los fiscales subrayaron la gravedad de los hechos y el riesgo latente de nuevos episodios de violencia.
Un hombre de 32 años, identificado con las iniciales YNL, fue detenido y permanece en prisión preventiva luego de que le atribuyeran haber agredido física y psicológicamente a su pareja en un contexto de violencia de género.
La medida cautelar fue dispuesta por la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) de Santa Fe, Susana Luna, en el marco de una audiencia realizada en los tribunales de la ciudad capital.
Los fiscales Rosana Peresín y Manuel Cecchini solicitaron la prisión preventiva del acusado, destacando tanto la gravedad de los hechos como los riesgos procesales que se derivan de la situación.
Según los detalles de la investigación, los hechos se desarrollaron en la madrugada del jueves 9 de enero, entre las 5 y las 7 de la mañana, cuando el acusado agredió violentamente a su pareja en la vivienda de esta última, ubicada en la ciudad de Santa Fe.
La fiscal Peresín relató que el imputado despertó a la víctima de manera abrupta y violenta, golpeándola en diversas partes del cuerpo. Sin embargo, la agresión no se limitó a los golpes físicos, ya que YNL también la amenazó con un cuchillo y un destornillador, generando un clima de terror en la víctima.
Según la fiscal, el imputado robó el teléfono celular de la mujer y continuó con las amenazas, lo que agravó aún más el contexto de violencia.
Este caso no fue un hecho aislado. La fiscal Peresín precisó que el hombre mantenía un historial de maltrato físico y psicológico hacia la víctima, quien ya había sufrido situaciones similares en ocasiones anteriores. La violencia había escalado de manera progresiva, afectando gravemente la integridad física y emocional de la mujer.
Este patrón de violencia sistemática fue uno de los factores clave que motivó la decisión de la jueza Susana Luna, quien consideró que el riesgo de nuevos ataques era latente y que el acusado representaba una amenaza para la víctima.
Peresín agregó que, aunque la defensa del imputado propuso medidas alternativas a la prisión preventiva, como el monitoreo electrónico o el régimen de arresto domiciliario, estas no eran suficientes para garantizar la seguridad de la víctima ni para asegurar que el proceso judicial se desarrollara de manera adecuada.
La fiscal también destacó que la pena en expectativa para el acusado es de prisión efectiva, lo que incrementa la gravedad de los hechos y refuerza la necesidad de mantenerlo privado de libertad durante el curso de la investigación.
A pesar de la violencia sufrida, la mujer logró zafarse del agresor tras un forcejeo y escapó de la vivienda. Con el teléfono móvil que el acusado le había robado, logró comunicarse con el servicio de emergencias 911. En pocos minutos, personal policial llegó al lugar de los hechos, deteniendo al hombre y evitando que continuara con las agresiones.
La víctima fue atendida por médicos, quienes constataron que había sufrido diversas lesiones, aunque afortunadamente no ponían en riesgo su vida. La rápida intervención de la policía fue fundamental para evitar una tragedia mayor, y permitió que el agresor fuera detenido en el mismo lugar de los hechos.
El hombre de 32 años fue formalmente imputado por lesiones leves dolosas y amenazas calificadas, con agravante por el uso de armas. Las amenazas, según la fiscalía, fueron cometidas con un cuchillo y un destornillador, lo que incrementa la gravedad de los delitos.
Los fiscales Cecchini y Peresín destacaron que la situación en la que la víctima fue puesta refleja un claro patrón de violencia de género, que se expresa no solo en el maltrato físico, sino también en el psicológico y emocional, con el propósito de someter a la mujer a un control absoluto.
El fiscal Cecchini, por su parte, afirmó que este tipo de casos son especialmente sensibles y requieren una respuesta judicial rápida y efectiva para proteger a la víctima y garantizar que el agresor no interfiera en el proceso judicial. Además, destacó la importancia de que la víctima haya podido escapar a tiempo, lo que permitió que la policía actuara con rapidez.
La jueza Susana Luna, al dictar la prisión preventiva, sostuvo que la medida era necesaria para evitar que el acusado continuara con las amenazas y agresiones, así como para resguardar la integridad física y emocional de la víctima. A su vez, la jueza señaló que la prisión preventiva también tiene el objetivo de evitar que el imputado entorpeciera el desarrollo de la investigación.
Por su parte, la fiscal Peresín indicó que este caso pone de manifiesto la gravedad de la violencia de género y la necesidad de adoptar medidas más estrictas para proteger a las víctimas. "Es fundamental que la justicia actúe con rapidez y contundencia para evitar que estas situaciones se repitan", afirmó.
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