Finalmente, el Concejo de Santa Fe hizo lugar al mensaje remitido por el Ejecutivo Municipal días atrás y le dijo adiós con una ordenanza el Derecho de Mantenimiento por el Uso de la Red Vial Municipal, vulgarmente denominado “impuesto al bache”.
Esta tasa fue creada con una finalidad “solidaria”: quienes compraban un vehículo, debían tributar al municipio por el uso de la red vial de esta capital. Hubo posiciones encontradas en el recinto.
Finalmente, el Concejo de Santa Fe hizo lugar al mensaje remitido por el Ejecutivo Municipal días atrás y le dijo adiós con una ordenanza el Derecho de Mantenimiento por el Uso de la Red Vial Municipal, vulgarmente denominado “impuesto al bache”.
Este derecho fue creado por la Ordenanza Nº 12.064 (Cap. XVI), en 2013. Era una tasa que debía abonar toda persona que hubiese radicado un vehículo (auto o moto, de tránsito pesado) en la Municipalidad local, como consecuencia de su compra. También se aplicaba en transferencias.
Técnicamente, el Concejo derogó el artículo 58 (Capítulo XV) de la Ordenanza Tributaria Municipal N° 13.007, que estipulaba la vigencia de esta tasa y los montos de los tributos a abonar por los contribuyentes afectados, que se establecían de acuerdo a los valores de los vehículos que habían radicado en la Municipalidad.
También se derogaron los artículos 29° bis del Capítulo VII de la Ordenanza N° 11.962; los artículos 171 bis, 171 ter y 171 quater del Capítulo XVI del Título II de la Ordenanza Fiscal Municipal N° 11.962, y el artículo 29° bis del Capítulo VII de la Ordenanza N° 11.962.
Este derecho fue creado bajo una finalidad “solidaria”, como se definió en varias ocasiones en el recinto del Legislativo local. Cuando se creó, se consideraba justo que quien utilizara la red vial municipal, tributara para su mantenimiento. Lo recaudado, con todo, iba a derivarse a los planes de bacheo que se implementan cada año.
Fuentes municipales dijeron por las vías de difusión formales que la Municipalidad “dejará de percibir ingresos por este tributo; pero pese a eso reforzará el Plan Integral de Bacheo en marcha y en el que durante el 2024 se invirtieron 2 mil millones de pesos. Este 2025 se destinarán 5 mil millones de pesos más: un 150% más que el año pasado”.
“No sólo vamos a sacar el impuesto al bache, sino invertiremos más dinero del que se invirtió en el presupuesto del año pasado para poder bachear. Estamos trabajando en siete lugares al mismo tiempo. Queremos disminuir la cantidad de roturas que realmente le complica la vida al vecino”, declaró el intendente Juan Pablo Poletti.
Mientras, en el recinto legislativo de calle Salta 2943, pasaban cosas.
La primera que pidió la palabra fue la concejala oficialista María Beatriz “Titi” Barletta, quizás la más cercana a la actual gestión municipal. Declaró que en el momento de su creación, el impuesto al bache “sin duda fue parte de una decisión ejecutiva, y su implementación debió ser acertada”.
“Pero hoy -prosiguió- nos encontramos con otra realidad, con otro contexto y nuevamente con el pedido de los vecinos en acompañar y aliviar sus bolsillos. Por eso eliminamos este mal llamado impuesto al bache. Y su derogación no implicará que la Municipalidad dejará de bachear, sino todo lo contrario”, aseguró.
“Creo que alivia el bolsillo de los santafesinos. Pero debo decir que estas son decisiones de gestión: una gestión determinó, por administración o por afectación de otros recursos, llevar adelante un plan de bacheo muy importante y eso me parece que está muy bien”, dijo a su turno el concejal Carlos Suárez (Interbloque “Unidos”).
En su momento, cuando se creó esta tasa, tenía un “criterio de solidaridad”, agregó. “Porque la pagaba quien accedía a un vehículo 0 km y que muchas veces acceder ese 0km significaba sobrecargar la red vial de un nuevo elemento que provocaba un mayor desgaste”, dio contexto.
“Cuando tenemos una ciudad con muchos problemas con relación a los baches, el vecino nos dice, ‘¿Para qué me cobran esto si no nos tapan los pozos?’. Pero también hay que decir que los recursos municipales son uno solo, son finitos”, recordó el edil.
Suárez contó que se le pidió al secretario de Hacienda, José Serruya, que remita qué significaba esto para la ciudad en cuanto a lo que se dejará de recaudar. “Dejar de percibir esta tasa implicará para este año unos 517 millones de pesos: es un 10% de lo que el municipio tenía presupuestado para bacheo”, dio los números.
Sin embargo, ese monto que dejará de ingresar a las arcas municipales “también constituían parte del presupuesto municipal. En definitiva, quiero decir que se podrían pensar en derivar esos montos a otras obras para el tránsito. Por ejemplo, la obra de los manda peatones está en unos $45 millones”, ejemplificó.
Lo que hay que entender -sugirió Suárez- es que se está dando una muy buena noticia con esta derogación; “pero en definitiva, esos recursos no van a estar más en las arcas municipales (aludiendo a los $ 517 millones), con lo cual habrá que suplirlos, la actual gestión sabrá cómo. Pero esto será materia de otra discusión”, cerró.
“Bueno, celebrar la eliminación del mal llamado impuesto al bache...”, arrancó su exposición la concejala del Bloque PJ, Jorgelina Mudallel. Pero inmediatamente después, se despachó con sus críticas -que son habituales- contra la actual gestión municipal.
Circular por Santa Fe “es un dolor de cabeza; la gente la pasa mal, no sólo por el estado de las calles y sus baches, sino por muchos otros problemas. Acá (por el Concejo) muchas veces hay temas que no se hablan, y parece que ‘todo está está bien’ en esta capital, cuando no es así”, consideró la edila.
“Pienso que este municipio no le puede seguir el ritmo a los problemas que tiene la gente: no es cercano ni eficiente para resolver lo que se necesita para el que anda de a pie, en el llano. Y la realidad mata el relato. Cualquiera que transite Santa Fe lo puede constatar”, volvió a fustigar.
A la par de la derogación, se modificó el artículo 29, Capítulo VII, de la Ordenanza Fiscal Municipal (N° 11.962) -entre otros-, que versa sobre las formas de pago de los tributos al fisco del Gobierno local. “Los tributos municipales deben abonarse íntegramente en las fechas, lugares y de acuerdo a las distintas formas de pago que el Ejecutivo indique”.
Además, el Ejecutivo “podrá establecer procedimientos para la cancelación de tributos, intereses y/o multas a través de medios electrónicos de pago o Plataformas de Pagos Móviles, cumpliendo con la normativa nacional vigente en materia de servicios de pago electrónico”.
“En los contratos que se celebren con entidades financieras y/o proveedores de servicios de pago (PSP), se deberá establecer como requisito excluyente que los costos administrativos y/o la comisión a abonar por la Municipalidad no supere el 2,5 % mensual sobre la totalidad de la recaudación efectuada para dicho período”.
Las comisiones abonadas y costos derivados del uso de los medios electrónicos propios de cada plataforma serán asumidos por la Municipalidad. Las alternativas de financiamiento que pudieran ofrecer las entidades financieras y/o proveedores de servicios de pago (PSP) para el pago de tributos, intereses y/o multas, no supondrán erogación adicional para la Municipalidad”.
Y “los costos derivados de la financiación estarán a cargo exclusivo del contribuyente, debiendo ser razonables y claramente discriminados en los pagos que debe recibir la Municipalidad. El pago de obligaciones posteriores no supone la liberación de las anteriores, incluyendo los intereses y/o multas que correspondan por el incumplimiento de estas".
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