Ettore De Maria Bergler, quien falleció un día como hoy, 28 de febrero, en 1938, fue el máximo exponente de la pintura modernista palermitana de principios del siglo XX.
Fue un referente de la pintura modernista palermitana, vinculada al estilo Liberty. Decoró teatros, villas aristocráticas y espacios públicos. También ejecutó retratos y paisajes.
Ettore De Maria Bergler, quien falleció un día como hoy, 28 de febrero, en 1938, fue el máximo exponente de la pintura modernista palermitana de principios del siglo XX.
¿En qué consistió tal movimiento? En la manifestación local del estilo Liberty, versión italiana del Art Nouveau, que floreció en Palermo entre finales del siglo XIX y principios del XX.
La pintura modernista palermitana, influenciada por la arquitectura y el diseño decorativo de Ernesto Basile, puso énfasis en líneas sinuosas, motivos florales y en la síntesis entre tradición y modernidad.
Se destacó en la decoración de interiores, con frescos y paneles murales en teatros, villas aristocráticas y espacios públicos.
Artistas como De Maria Bergler, Rocco Lentini y Vincenzo Geraci combinaron simbolismo y realismo decorativo con las innovaciones del modernismo internacional.
Entre los mayores logros del movimiento aparece la decoración del Salón de Villa Igiea, realizado justamente por De Maria Bergler. En su momento, fue el lugar de descanso más famoso de Sicilia, símbolo de elegancia y hospitalidad.
Bergler fue alumno de Antonino Leto y Francesco Lojacono y Palermo fue la cuna de su labor artística.
Se dedicó a los retratos y a los paisajes, exhibiendo sus obras en Milán, Roma y Venecia. Son famosos sus retratos de Delia y Norina Whitaker, así como el de la dama Franca Florio.
Colaboró en la decoración del Teatro Massimo de Palermo. Entre 1903 y 1910, decoró los techos de varios barcos de la Sociedad Naval Italiana “Florio & Rubattino”.
Fue profesor de pintura figurativa en la Academia de Bellas Artes de Palermo entre 1913 y 1931, entre sus alumnos estaba el futuro pintor Michele Dixitdomino.
Según la Fondazione Sicilia, “la combinación de múltiples influencias, característica distintiva de su estilo, le aseguró un amplio reconocimiento tanto del público como de la crítica en las principales exposiciones de la época”.
Así, participó en la Exposición Nacional de Palermo de 1891/1892 y la Exposición Internacional de Arte de la Ciudad de Venecia. Además, sus obras fueron adquiridas por importantes coleccionistas.
Sergio Troisi. en un artículo publicado en La República, lo describe como un autor de doble faceta. “Por un lado, continuador de la tradición pictórica del siglo XIX; por otro, un decorador ágil”.
Troisi señala también que Bergler era “hábil en apropiarse de los sinuosos acentos florales y las frías superficies planas del modernismo internacional, especialmente en los frescos del Salón de Villa Igiea, considerado el manifiesto más reconocido y el punto culminante del Liberty en Palermo”.
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