El presidente de Colombia vivió horas tensas al frente del Ejecutivo cuando el pasado domingo se le ocurrió rechazar el ingreso a su país de dos aviones con migrantes que procedían desde California. A las 3.41 del domingo, desde su cuenta de X, Gustavo Petro desautorizó la entrada de los aviones porque “no pueden tratar a los migrantes como delincuentes” ya que volaban en aviones militares y no civiles. La dura respuesta de la Casa Blanca demostró la debilidad y la improvisación del presidente colombiano y la fuerte política que llevará adelante la gestión Trump en el manejo de los migrantes ilegales.
“Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece. Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos. No puedo hacer que los migrantes queden en un país que no los quiere; pero si ese país los devuelve debe ser con dignidad y respeto con ellos y con nuestro país. En aviones civiles, sin trato de delincuentes recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta”, fue el tuit con el que comenzó el incendio.
Petro vs Trump | "Colombia se respeta”, fue el tuit con el que comenzó el incendio. X
Y la respuesta de los Estados Unidos fue lapidaria: cierre de visas para colombianos desde la embajada en Bogotá; requisa especial para los viajeros colombianos o para cualquier carga de ese país; negativa de visa para funcionarios y políticos del gobierno; incremento de los aranceles para todos los productos de Colombia del 25 por ciento de manera inmediata y un incremento al 50 por ciento desde febrero, fueron algunas de las medidas anunciadas. El efecto podría ser devastador porque en el intercambio Colombia pierde notablemente ya que los EE.UU son los grandes compradores de su producción.
El presidente Petro, en las primeras horas del domingo, siguió prendido a la red social X y amenazando a Donald Trump con equiparar las retenciones a los productos norteamericanos y sobrevolando la situación de más de 15.000 ciudadanos norteamericanos que también están en una situación irregular en el país caribeño. Pero el retruco cantado sin cartas por Petro culminó en horas de la noche cuando apareció en escena el canciller colombiano que dio por superado el conflicto y con el presidente -ya más tranquilo- aceptando la llegada de los migrantes.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Foto: REUTERS
“¡Pegá la vuelta Petro!”
Como en el sketch que protagonizaba Carlitos Balá, finalmente alguien desde la Cancillería le señaló al presidente cuál era el camino puesto que las bravuconadas de nada servían y, por el contrario, podía profundizar las medidas ya anunciadas por la Casa Blanca. Luis Gilberto Murillo responsable de las relaciones internacionales anunció que se daban por superado el “impasse”, tal como lo definió el responsable de las relaciones internacionales del gobierno de Gustavo Petro.
Una avalancha de críticas y algunos saludos recibió el presidente por su decisión. Por la hora del tuit se supone que ha sido una decisión en soledad sin consulta a sus asesores en materia de política internacional. Por la hora también algunos deslizan que habría que ver “en qué condiciones” lo hizo porque marcan una absoluta irresponsabilidad. Eso sí, la bravuconada ha provocado que la gestión de Petro comulgue fuertemente con la de Nicolás Maduro, su vecino inmediato. Desde ese punto del arco ideológico llegaron los plácemes por “enfrentar a los gringos” desde una red social.
Gustavo Petro junto a Nicolás Maduro, en una imagen de archivo.
En los hechos, quedó exhibida la fuerte debilidad del gobierno colombiano y Petro logró que muchos otros tomaran nota de cuál es la política que llevará adelante Donald Trump en materia de los migrantes ilegales. Por caso, Claudia Sheinbaum en México dedica gran parte de las “matinales” -los encuentros con funcionarios, militantes y prensa- para mostrar la independencia de su país para enfrentar a los Estados Unidos mientras que, en los hechos, se ha mostrado totalmente colaborativa con la relación con China, los controles fronterizos y la cuestión de los migrantes, haciendo uso del relato, por un lado, y los hechos, por el otro.
La crisis del 26-E deja lecciones para todos. La importancia de no improvisar en materia diplomática ya que los yerros pueden ser muy difíciles de cauterizar más aún cuando la debilidad política es enorme. Otro tema es cómo se reconstituye la relación mutua que ha quedado seriamente deteriorada y cuando es Colombia el país que produce una gran cantidad de cocaína que es consumida en los Estados Unidos. ¿Pasó Colombia a ser otro objetivo militar potencial junto con México en la lucha contra los cárteles que anunció Trump? Habrá que ver si se logra una cooperación entre los países permite una labor en común. Eso sí, trabajado de frente, con diálogo abierto y sin tuits a la madrugada.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.